En este devocional reflexionamos sobre la historia del joven rico y su encuentro con Jesús. Aunque parecía religioso y obediente, cuando el Señor confrontó su corazón, quedó claro que su verdadero tesoro era el dinero. Jesús nos enseña que solo hay espacio para un amor supremo en nuestro corazón. ¿Qué compite hoy con tu amor por Dios? Examina tus motivaciones y descubre si realmente lo estás amando con todo tu ser.
Devocional | Viernes de oración Maná
La oración no es una opción, es una necesidad diaria. Este viernes nos acercamos a la presencia de Dios con el corazón rendido, entendiendo que estar con Él es lo más importante de nuestra vida. La Biblia nos recuerda que en su presencia hay plenitud, gozo, dirección y milagros. Acompáñanos en esta oración para rendir nuestra vida, nuestra casa y nuestras decisiones al Señor, reconociendo que en Él tenemos todo lo que necesitamos.
¿Con qué motivación hacemos lo que hacemos? La verdadera mayordomía comienza en el corazón, donde Dios escudriña nuestras intenciones más profundas. Este devocional nos reta a evaluar si nuestras acciones espirituales son movidas por amor a Dios o por deseos de aprobación humana. A través de pasajes como Mateo 6 y 1 Samuel 16, somos llamados a examinar lo que realmente amamos y a rendir nuestras motivaciones al Señor.
El tiempo no es solo un recurso práctico, ¡es un asunto espiritual! Este devocional nos lleva a reflexionar cómo nuestra vida refleja el uso que damos al tiempo que Dios nos regala. ¿Estamos andando como sabios o como necios? ¿Reconocemos la urgencia de despertar del letargo espiritual y aprovechar bien cada día? La Biblia nos exhorta a vivir con discernimiento, entendiendo los tiempos, priorizando a Dios y dejando un legado eterno.
Jesús vivió en medio de multitudes, necesidades urgentes y jornadas extenuantes. Sin embargo, nunca perdió el enfoque ni vivió afanado. Este devocional nos invita a mirar su ejemplo: cómo oraba, descansaba, priorizaba y discernía la voluntad del Padre. ¿Estamos viviendo bajo la tiranía de lo urgente o en obediencia a lo importante? Aprendamos hoy de Aquel que dijo con paz: “He terminado la obra que me diste que hiciera”.
¿Cómo estamos administrando el tiempo que Dios nos ha dado? La Palabra nos enseña que cada día es un regalo y que nuestras decisiones revelan nuestras verdaderas prioridades. Hoy reflexionamos sobre la importancia de valorar la vida, disfrutar de las bendiciones cotidianas y buscar a Dios por encima de todo. El tiempo no es algo que nos falta, sino algo que nos revela dónde está nuestro corazón. Aprendamos a contar nuestros días con sabiduría y a vivir con propósito, colocando a Dios como el centro de nuestra agenda.
Hoy es un día para buscar a Dios con todo el corazón. En este viernes de oración, somos llamados a doblar las rodillas, rendir el corazón y alabar a nuestro Padre celestial. La oración no solo nos conecta con Dios, sino que transforma nuestro interior, renueva nuestra fe y nos fortalece. Acerquémonos con gratitud y humildad, entregándole nuestras cargas, necesidades y alabanzas, sabiendo que Él pelea nuestras batallas y suple cada necesidad.
La Biblia no condena la riqueza, pero sí nos advierte sobre sus peligros y nos enseña a usarla con sabiduría. Hoy reflexionamos sobre lo que significa verdaderamente ser rico: no es la cantidad de bienes, sino el propósito con el que se administran. Dios nos llama a ser generosos, humildes y a no poner nuestra esperanza en lo material. La riqueza puede ser una bendición si se usa para servir y honrar a Dios.
¿Es el dinero bueno o malo? La Biblia nos muestra que la riqueza es un don de Dios, pero que su impacto depende de nuestro corazón. Hoy exploramos cómo personajes bíblicos como Abraham, Job, Salomón y David manejaron la riqueza, y cómo Dios nos llama a tener una visión clara, sabia y espiritual sobre el dinero. Lo que haces con lo que tienes revela quién eres. ¿Estás usando tus recursos según la voluntad de Dios?
José fue llamado inesperadamente ante el faraón para interpretar un sueño. Aunque había estado en prisión, su preparación y fidelidad a Dios lo capacitaron para aprovechar la oportunidad. Este devocional nos enseña que la verdadera mayordomía implica estar listos para cuando Dios abra puertas, actuando con sabiduría, integridad y visión.
Este devocional nos invita a reflexionar sobre la vida de José, quien, a pesar de enfrentar traiciones, injusticias y adversidades, mantuvo su fe y confianza en Dios. Aprendemos que, incluso cuando todo parece ir en nuestra contra, Dios está obrando a nuestro favor, guiándonos hacia Su propósito perfecto.
En este viernes de oración, somos llamados a detenernos como lo hizo Moisés frente a la zarza ardiente. En medio de la rutina y el afán, Dios desea revelarse con fuego que no se apaga, con amor que no se agota y con una voz que transforma. Este devocional te invita a entrar en su presencia, cerrar la puerta de tu corazón al ruido, y abrirte a una intimidad real con el Dios que sana, restaura y llena. Que esta oración te toque primero a ti, que renueve tu fe y te impulse a convertirte en un instrumento de Su amor.
El ejemplo bíblico de Daniel revela la esencia de una verdadera mayordomía: una vida marcada por la disciplina, la sabiduría y la excelencia. Sus hábitos inquebrantables de oración, sus convicciones alimenticias y su integridad impecable ante los reyes nos muestran que la mayordomía comienza con un compromiso profundo con Dios. En este devocional, reflexiona sobre cómo estos tres principios —disciplina espiritual, pureza personal y excelencia en cada tarea— pueden moldear tu vida como administrador de los recursos y la influencia que Dios te ha dado. Deja que el testimonio de Daniel te inspire a honrar a Dios en cada área de tu vida.
La parábola del mayordomo infiel en Lucas 16 sigue enseñándonos poderosas lecciones. Hoy reflexionamos sobre la fidelidad en lo poco, el peligro de la omisión, y la imposibilidad de servir a dos señores. Dios nos llama a ser mayordomos fieles, a usar sabiamente nuestros recursos, y a decidir si realmente nuestro corazón le pertenece a Él o a las riquezas de este mundo.
Estudiamos la parábola del mayordomo infiel en Lucas 16, una enseñanza profunda sobre la responsabilidad de administrar con sabiduría lo que Dios nos ha confiado. Aunque esta historia parece confusa, nos muestra que debemos usar nuestros recursos con astucia, no para fines egoístas, sino para extender el Reino de Dios y alcanzar a otros para Cristo. Lo terrenal es pasajero, pero cuando se invierte en lo eterno, produce frutos que permanecen para siempre.
En este devocional reflexionamos sobre la parábola de las minas y el llamado que Dios nos hace a invertir en su Reino. Ser parte de la Gran Comisión implica poner nuestra vida, recursos y dones al servicio de que el nombre de Jesús sea conocido en todas las naciones. ¿Estás dispuesto a asumir el riesgo y la responsabilidad de extender el Reino de Dios? Hoy es tiempo de convertirnos en verdaderos socios de la Gran Comisión.
Hoy en nuestro Viernes de Oración, nos acercamos a Dios con un corazón agradecido, reconociendo todo lo que ha hecho por nosotros. Oramos especialmente por aquellos que viven con temor e incertidumbre, recordando que Dios es nuestro sustentador, protector y proveedor. Que esta oración nos inspire a vivir cada día con gratitud, reconociendo que todo es un don de Dios y que vivir agradecidos transforma nuestra vida, nuestras relaciones y nuestra manera de servir.
En este devocional profundizamos en la parábola de los talentos para comprender cómo la mayordomía nos reta no solo a administrar lo que Dios nos ha dado, sino a multiplicarlo con responsabilidad y sabiduría. Ser fieles con lo que tenemos hoy nos prepara para recibir mayores oportunidades mañana. Descubra cómo vencer el miedo, tomar decisiones con fe y actuar con una mentalidad de reino en cada aspecto de su vida.
La Biblia establece con claridad que Dios es el dueño absoluto de todo y nosotros somos solo administradores de sus bienes. En este devocional aprenderemos cómo reconocer nuestro rol como mayordomos y entender cuáles son los deberes que tenemos frente al Amo. Una enseñanza profunda que nos reta a vivir con integridad, fidelidad y responsabilidad en todas las áreas de nuestra vida. Deje que el Espíritu Santo le hable y le confronte para ser un mayordomo aprobado por Dios.
Hoy reflexionamos sobre la mayordomía desde el principio de la creación. Dios nos dio la tierra, el huerto, la semilla… pero también nos dio la mente, el corazón y las manos. ¿Quién tiene la responsabilidad de que nuestra vida y nuestras finanzas prosperen? ¿La culpa es de las circunstancias o de nuestra actitud y diligencia? Este devocional nos invita a dejar las excusas, asumir la responsabilidad y usar todo lo que Dios ha puesto en nuestras manos para fructificar, multiplicar y avanzar. No es tiempo de buscar culpables, es tiempo de actuar con sabiduría y fe.