Me quedé sentado frente a la boca abierta del horno, esperando que las llamas agarraran fuerza, observaba cómo danzaban, nerviosas, sin ritmo. Y entonces, lo escuché, un sonido que me erizó la piel, no eran las llamas crepitando. No era madera crujiendo. Era un lamento, algo que sufría
Apagué la lámpara. Por unos segundos, me quedé mirando al techo, escuchando la lluvia. Pero poco a poco, ese sonido fue quedando en segundo plano. Algo más empezó a hacerse presente...
Nunca he contado esto.
Nunca debería hacerlo.
Pero a estas alturas, el silencio me come más que el miedo...
Esa noche dormí con un poco más de inquietud. A las 3:23 a.m., volví a despertar. Esta vez, el lamento era más claro. No fue una ilusión. Era un quejido, largo, húmedo, como si alguien llorara por dentro de las paredes...
No hay nada que me dé más paz que el silencio absoluto de los lugares donde nadie pisa. Ni el mar, ni la montaña domada por senderos, ni las reservas nacionales con caminos marcados… Hablo del verdadero vacío...
Me llamo Elías y por mi seguridad no dire mis apellidos. Tengo treinta y dos años y no creo en fantasmas, ni en energías, ni en maldiciones o al menos, no creía.
Colaboración con MUNDO ANÓMALO
https://youtube.com/@mundoanomalo
https://open.spotify.com/show/3NpV5zcqLedhUZae83SjGE?si=GN5WCGq4Riu1Jyobtra6bw
Todo empezó una tarde cualquiera. Salí de la oficina más temprano porque hubo una caída en los servidores centrales y no podíamos avanzar. Aproveché para ir al supermercado, hacer algunas compras y dar una vuelta sin prisas. Fue ahí donde vi al primero...
Me llamo Daniel. Y antes de que cualquier cosa se malinterprete, déjame decirte algo: yo era un niño normal. O al menos eso creo...
No sé si lo que me pasó fue real. Tampoco sé si importa. A veces, lo que uno vive en la noche se queda atorado ahí, como si el sol del día no tuviera permiso para tocarlo...
Desde que tengo memoria, las noches siempre me parecieron más largas de lo que deberían. Crecí en una casa antigua en un pequeño pueblo rodeado de montañas, donde la niebla bajaba todas las madrugadas como si quisiera envolverlo todo en secreto...
No nací con un demonio adentro.
Yo lo llamé. Y cuando llegó, no me ofreció poder, me ofreció libertad. La libertad de arrancar lo que otros temen mirar, la carne, la fe, la mentira.
Soy Richard Ramírez...
Soy fotógrafo desde hace más de veinte años. Podría decir que empecé por accidente, aunque nada en mi vida ha sido realmente fortuito. Me enamoré de la fotografía una tarde en la universidad, cuando un amigo me prestó su cámara y me pidió que tomara algunas fotos de su novia. Recuerdo haber apretado el obturador y sentir un pequeño escalofrío recorrerme la espalda.
.Nunca hemos sido personas supersticiosas. Si acaso, somos escépticos por naturaleza, aunque disfrutamos de las historias de miedo, los documentales de fantasmas y las leyendas urbanas...
He visto muchas cosas en mi vida. Algunas te hieren, otras simplemente se te pegan a la memoria como el olor de un cadáver en verano. Pero nada, absolutamente nada, me preparó para lo que descubrimos aquella temporada maldita.
Colaboración entre LEYENDAS Y RELATOS DE MÉXICO Y LEYENDAS URBANAS
Me llamo Emiliano Vargas. Soy periodista independiente desde hace siete años. Me dedico a lo que muchos medios ya no quieren tocar: casos sin resolver, pueblos malditos, ritos perdidos. Historias que duelen. Historias que deberían contarse.
https://patreon.com/LEYENDASURBANASOFICIAL?utm_medium=unknown&utm_source=join_link&utm_campaign=creatorshare_creator&utm_content=copyLink
No soy alguien que crea en lo paranormal.
O al menos no lo era antes.
https://patreon.com/LEYENDASURBANASOFICIAL?utm_medium=unknown&utm_source=join_link&utm_campaign=creatorshare_creator&utm_content=copyLink
Nunca había pisado un hospital como paciente.
Mi nombre es Esteban, tengo 38 años, y siempre fui de buena salud. Pero a veces, el cuerpo se rompe cuando menos lo esperas. Un dolor abdominal insoportable me obligó a ir a emergencias.
https://patreon.com/LEYENDASURBANASOFICIAL?utm_medium=unknown&utm_source=join_link&utm_campaign=creatorshare_creator&utm_content=copyLink
Nunca he creído en fantasmas.
O al menos, no lo hacía antes de aquel turno.
https://patreon.com/LEYENDASURBANASOFICIAL?utm_medium=unknown&utm_source=join_link&utm_campaign=creatorshare_creator&utm_content=copyLink
No soy el primero ni el último en decir que manejar tráiler de noche te cambia. No solo por el cansancio, ni por los tragos de café frío que te mantienes echando encima como si fuera gasolina. Es otra cosa… una sensación que solo entienden los que pasan más tiempo entre el asfalto y la negrura que entre cuatro paredes. https://patreon.com/LEYENDASURBANASOFICIAL?utm_medium=unknown&utm_source=join_link&utm_campaign=creatorshare_creator&utm_content=copyLink