No es fácil generar cambios en nuestra vida. Se dice que para forjar un buen hábito hay que estar repitiendo esa acción nueva durante aproximadamente 21 días y entonces se transformará en algo real en nuestra vida…¿Verdad que así dicen? Y cuántas veces hemos tratado con algo así y pareciera que para algunas cosas no alcanzan los 21 días, y para otras —aunque alcanzan, je, je— los malos hábitos como que anduvieran al asecho para ver en qué momento se pueden introducir otra vez a ¡seguir causando problemas! Creo que así es la vida, un constante esforzarnos pormantener las cosas buenas en vigencia y las malas alejadas, enterradas y bajo 100 candados. Y aún así, cualHoudinis prodigiosos (un granmago escapista del pasado) cuando sentimos ¡ya andan sueltos y listos para atraparnos! No nos confiemos, velemos como dice uno de los temas, estemos atentos, hay que cuidar nuestro territorio, ¡HAY QUE REFLEXIONAR!
JESÚS es Rey. Rey de Reyes y Señor de Señores. Este es un título categórico que nadie puede discutir. Él es Dios hecho hombre, y como hombre, peleó con dignidad y gallardía para recuperar el control de todas las cosas y establecer que la justicia de Dios es perfecta. ¿Quiere decir que en algúnmomento se había perdido el orden? ¿Que habían fallado los planes perfectos de Dios de crear un ser que lo amara voluntariamente y obedeciera y fuera fiel de corazón? ¡No! Pero sí hubo en su momento alguien que quiso estorbar este plan e incluso acusar a Dios de injusto cuando fue castigado por sus acciones malas, como que si Dios mismo tuviera la culpa por ello.
El tiempo pasa, la vida se pasa, los años pasan, qué importante es hacer un recuento de todo lo que hemos vivido bueno, o “malo” digamos. Una granmayoría de la gente, recuerdamás lo “malo” y lo transforman en tristeza, amargura, resentimiento, queja, dolor, etc.
Desde que somos bebés de algunamaneramuy inducida y hasta aplaudida por los que nos rodean, aprendemos a pedir; a que todo nos lo den, a establecer un sentimiento de propiedad sobre las cosas y las personas, al punto de creer que todo nos pertenece, que todo es “MÍO” y si se nos negaba algo que queríamos o deseábamos para nosotros, la solución era llorar, berrinchar, patalear, etc.
En el ir y venir de la vida, siempre habrá momentos en los cuales tocamos fondo, económicamente, sentimentalmente, laboralmente, en fin, en cualquier área de nuestra vida. Esto significa escases y dificultad. ¿Has estado alguna vez en una situación así? O, ¿sencillamente atraviesas por un momento donde debes dar pasos de FE creyendo que Dios responderá favorablemente aunque ahora no veas aún su respuesta o provisión? “Dios Proveerá” Esa frase se volvió tan singular desde cuando Abraham llevaba a Isaac a sacrificarlo y el muchacho pregunta, ¿Y dónde está el cordero? Y Abraham respondía: “Dios proveerá hijo”, y así fue.
Conclusión de las reflexiones acerca de la navidad
Al recibir a Jesucristo en tu vida, o renovar tu pacto con Él, es importante que te acerques y aprendas a oír su voz. Empieza a ejercitar tus sentidos espirituales para captar cuando te está hablando y hacia donde te dirige cada día. “Dios es espíritu y los que le adoran, en espíritu y verdad es necesario que le adoren” Juan 4:24. Mucha gente hoy se queja de que Dios no les habla; pero, y ¿si Dios sí les ha hablado? Cuántos en aquel día tendrán que reconocer que fueron indiferentes a la dirección y guianza de Dios para sus vidas.
Estamos llegando al final de esta travesía de lecturas de Diciembre. Hemos hablado tanto de lo que en esta fecha se conmemora ¡Qué fiestas más inspiradoras de amor y compartimiento! ¡Verdad que se siente todo tan especial! Pero, y ¿qué queda después de la celebración? Fotos, recuerdos, nostalgia, alegrías de una noche o quizás tristezas; endeudamiento, y algunas veces hasta problemas, enfermedades y enojos.
El tiempo de Dios es perfecto. Él tiene un plan trazado y ordenado para todos los acontecimientos en este mundo. Jesús vino a este mundo en el tiempo idóneo para incursionar. Inició su ministerio en el tiempo correcto, la edad correcta y en el lugar correcto. Dios nos ha asignado a todos una misión, que tiene un cumplimiento exacto. A todos los hombres les ha dado la oportunidad de seguirlo, les ha visitado y hablado en su momento. El problema es que a muchos se les pasa o no entendieron que era su momento: La misma nación Judía, tuvo la visita del Mesías y no se dieron cuenta, no lo quisieron recibir. Algunos dicen: “Si yo hubiera vivido en esa época, yo sí lo hubiera reconocido” ¿Quién sabe si no al igual que la mayoría, hasta lo hubieran crucicado?; pero no vivimos esa época, y nos ha tocado vivir en tiempos del fin.
“Encomienda a Jehová tu camino, confía en él y el hará” Salmo 37:5. Las promesas de Dios para los que creen y confían en Él y le obedecen son cosas tan reales y poderosas. Nunca pierden vigencia, y no se extinguirán. Las veremos cumplirse en nuestras vidas siempre. El cuidado de Dios es real, eso fue lo que se vivió en el tiempo de la venida de Jesús a este mundo. Dios tenía todo preparado; nada escapó de su cuidado, el llamamiento de María, el acompañamiento de José, el pesebre en Belén, la visita inesperada de los sabios de Oriente con presentes que luego serían tan útiles en los momentos difíciles; las apariciones de Ángeles orientando, aclarando, y aun advirtiendo sobre los peligros que se cernían sobre la vida de Jesús; en n, la presencia real de un Dios sobrenatural siempre estará alrededor de los que le aman.
Aquel bebé que nació en Belén, era totalmente hombre. Ninguna característica que lo hiciera superior a ningún otro, al menos biológicamente. Tuvo que aprender a hablar, a caminar, a correr, fue alimentado como todo bebé, criado por sus padres terrenales; creció y jugó como todo niño, eso sí, desde que tuvo conciencia se le hizo ver que tenía un llamado y procedencia especial.
La celebración de la Navidad es tan bella en su signicado; lo triste es que es solo para un día del año. Mucha gente se prepara; hacemos tantas cosas, todo para pasar un momento tan lindo y agradable. Ese día veía yo tantos fuegos articiales ovacionando no sé qué a las 12 de la noche. Todo el cielo iluminado, y me pregunto si ¿alguien alzó sus manos o se postró ante el Rey de Reyes y Señor de Señores, Jesús, la razón de la celebración? O lo hicieron solo por la costumbre.
Uno de los villancicos más famosos de la época navideña es aquel que dice: “Noche de Paz, Noche de Amor...” y de verdad, para la humanidad aquella noche marcó el acercamiento de Dios, de su Paz, sobre todo el mundo. En una profecía acerca de la venida del Mesías, uno de los nombres que se le dio fue “PRINCIPE DE PAZ”.
La Tierra es un lugar creado. El Universo también fue totalmente creado y diseñado por Dios. Él hizo todo lo que existe, y sobre todas las cosas, creó al hombre, el género humano.
Si en algún lugar del universo están las respuestas a todas las incógnitas sobre la vida y el porqué de las cosas, es aquí en la tierra y ahora. Dios creó esta tierra con todo lo maravilloso que en ella hay para llevar a cabo el más glorioso plan: desarrollar un pueblo para sí, que lo ame, reconozca su grandeza y señorío y quieran vivir voluntaria y eternamente con Él. Pero a causa de existir una fuerza del mal que se opone a esto se ha desarrollado una batalla donde el mal contamina, destruye, esclaviza y condena a todos los hombres a un juicio y castigo por causa de sus malas obras, que son pecado delante de Dios. “Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios” Romanos 3:23.
Mucho se habla de la Navidad y se señalan y critican tantas cosas alrededor de la celebración: Que no fue en esa fecha exacta; por qué tanto comercio; que tantas luces; que el árbol; que solo comidas y bebidas; que los regalos, etc. Todas las criticas bien sustentadas con argumentos que hacen sentido, sobre todo a los que las externan. Hay muchos en contra y muchos a favor.
En su nacimiento, muy simbólicamente, la Biblia relata también que unos sabios de Oriente, hoy llamados Reyes Magos, de alguna manera sobrenatural, sabían sobre un acontecimiento y venían buscando a este Bebé, reconociendo su realeza para traerle ¡REGALOS! Simbolizando a toda la humanidad, aquellos hombres pusieron a los pies del Rey naciente tres interesantes presentes: “Oro, Incienso y Mirra”. Esto también es un mensaje para nosotros, pues es Jesús a quien le debemos dar el mejor regalo en una época como ésta y en todo tiempo.
Cuando recordamos aquella escena de Belén, podemos contemplar cómo fue tan trascendental, que Dios movió muchos acontecimientos especiales alrededor del nacimiento de Jesús.
Hoy en día, como puede haber un escepticismo y menosprecio a la participación, de seres angelicales en los trabajos de Dios en este mundo, también se puede exagerar lo que se diga acerca de ellos. Los Ángeles sí existen. De hecho en el Cielo habitan millones y comparten con Dios el Reino Eterno. Dios los creó con propósito, incluso en la biblia se mencionan los nombres de algunos. Son seres espirituales, poderosos, que bajo la orden de Dios, ejecutan tareas en favor del Reino de Dios. En los momentos más importantes pueden ser instrumentos que lleven mensajes; de hecho, “Ángel” del vocablo griego Ángelo, signica “mensajero”.