Cierro temporada, repaso lo vivido y lo aportado, agradezco a quienes me ayudaron a atreverme a hacer esta primera temporada e inspiran la segunda, estoy en paz conmigo, éso es lo mas importante.
Sigo en la construcción del Papá ideal que merecen mis hijos.
Sigo invitándote a serlo tú también.
Sigo soñando... ¡No me despierten!
¡Nos VEMOS en la segunda temporada!
Hoy les hablo de esos hijos que la Vida colocó en mi camino con una misión clara: hacerme mejor persona, mejor hombre y mejor Papá.
Este episodio está dedicado a José Gonzalo, Jessica, Eduardo, Natalia, Natasha, Alba y Gaby "Los Hijos que la Vida me dió"
"Nunca es tarde para ser un buen Papá"
En este episodio les comparto la vivencia con mis hijos en su proceso de formación universitaria, desde la selección de sus carreras, las Universidades, hasta convertir en un reto personal, el hecho de verlos graduados a los tres y sentirme, hoy en día, feliz de la misión cumplida.
La educación debe ser prioridad en la vida del ser humano, el logro del objetivo es tarea conjunta de Papá, Mamá e Hijos, tuve la dicha de disfrutar todas la etapas de formación de mis hijos, pero la etapa universitaria la asumí personalmente.
Soy un Papá orgulloso de 3 hijos Profesionales.
Cuando se tiene mas de un hijo, la competencia por el amor, la atención y el respeto de Papá se presenta en formas inesperadas.
Aquí les cuento como enfrenté el reclamo de mis hijos por mi supuesta preferencia y cómo les sugiero que manejen este tema para que no les pase lo mismo que a mi.
Si no les ha pasado, seguro les pasará.
¡Hoy es un buen día para hablarlo!
Crecí convencido de que la meta era covertirse en el mejor amigo de tus hijos, eso escuchaba decir y me sonaba hasta divertido. Cuando me convertí en Papá aprendí la lección.
Te invito a escuchar el Episodio y sacar tus propias conclusiones.
"Nunca es tarde para comenzar a ser UN BUEN PAPA"
Abro debate sobre este tema tan interesante, la calidad del tiempo cuando estás con tus hijos y los disfrutas intensamente y marcas el momento convirtiéndolo en inolvidable, versus la cantidad de tiempo que compartes con ellos diariamente, aunque jamás disfruten, ni recuerden uno solo de los momentos vividos juntos, simplemente poque ninguno fue especial.
Les pongo un ejemplo sencillo: "cantidad" es ver todos los juegos del torneo junto a tu hijo, que rico y que envidia de la buque por cierto es una experiencia maravillosa, pero "calidad" es ver uno solo uniformados del equipo de ambos, aunque sean distintos, comprar cotufas y prepararlas, hacer unas ricas hamburguesas para el entretiempo, celebar cada gol intensamente y al final, quedarte comentando el resultado del partido y salir al patio a jugar un rato, con el balón que le compraste el año pasado.
No es suficiente estar físicamente presente en la vida de tus hijos, la meta debe ser puesta en estar emocionalmente ligado a ellos, que te sientan y sepan que cuentan contigo, que estás ahí, que les importas y que tú eres importante para ellos.
¡Revisa si lo estás haciendo bien!
En este episodio hablaré de la distancia, ésa que no siempre se mide en metros ni en kilómetros, porque a veces puedes estar muy lejos de tus hijos y acortar la distancia con una efectiva estrategia de comunicación o estar cerquita y sentir que estas a kilómetros de distancia, sin saber nada de ellos y sin conseguir la forma de acercarte.
"Ni tan lejos" a 1.400 kms de distancia física que logramos reducir a sólo milímetros con la magia de la comunicación y "ni tan cerca" a pocos metros de distancia. pero separados por una equivocada decisión que logramos corregir a tiempo.
Espero lo disfruten y se queden con algo de esta experiencia compartida.
Seis meses después de la llegada de Adrián, aparecería en mi vida la tercera y última del "Combo Guillén" su nombre Estefanía, la única de los tres que fue planificada, más no por éso, las cosas salieron bien, ni mucho menos como las había imaginado, muy por el contrario, su llegada coincidió con el momento de más desorden en mi existencia, al punto de no estar presente ni en su nacimiento, ni en los más importantes eventos en los primeros años de su vida y éso, por más que intentes evitarlo, pasa factura ¡y de que manera!.
Seguía remendando errores y haciendo las cosas mal, muy mal, hasta que un día el reclamo de mi pequeña princesa, hizo abrir mis ojos y como todo un caballero, le hice La Promesa de nunca más volverle a fallar. Hasta el sol de hoy.
Nunca es tarde para enderezar el camino y retomar la relación con tus hijos, nunca es tarde para ser un buen Papá
Dedicado a mi Tefa.
Siempre soñé con tener un hijo varón, creo que a todos los hombres nos pasa, en mi caso, lo veía como la continuación de mí, la perpetuación del apellido, el encargado de cuidar a sus hermanas y de delegar las riendas de la familia y las empresas, cuando toque la retirada. Mi sueño se había hecho realidad, habia nacido mi hijo y aunque no había llegado exactamente de la manera como lo soñé, su aparición en mi vida llegó cargada de alegría, de orgullo y de un montón de obstáculos que pondrían a prueba mi capacidad de superación.
Mi Papá, mi hijo y yo, tres hijos únicos varones unidos por una relación casi de novela, con intriga y suspenso, con risas y lágrimas, por un lado mi Papá no me miraba y por el otro, mi hijo no me llamaba Papá, menos mal que decidí ser yo mismo el escritor de mi propia historia y que al final, con mucha determinación, logré coronarla con un final feliz.
Dedicada a Adrián Alberto, mi hijo, el chamo de la foto... siempre ha sido de mi tamaño.
Cuando te enteras que vas a ser Papá por segunda vez, es increíble la emoción, pero cuando vienen por partida doble, la emoción se convierte en preocupación y si le sumas que vienen en distintas "cigueñas", la emoción desaparece y "tragedia" es la palabra mas adecuada que encontré para describir lo que yo sentí.
Hoy les cuento la llegada de Adrián y Estefanía a mi Vida, cada uno por su lado, no podía estar mas complicada mi existencia, ni mas comprometida mi felicidad, pero siempre llega un angelito y te ayuda a abrir los ojos.
Conozcan a "Los Morochos de mi Vida".
PD. cada 21 de agosto dejan de serlo y cada 8 de febrero, lo vuelven a ser.
No podía estar mas complicada la situación, me enteraba que la Familia crecía, le venía compañia a KT, su mamá estaba embarazada, dejaría de ser hija única, tendría una hermanita con quien jugar, a quien cuidar, con quien "pelearse" el protagonismo hasta ahora exclusivo, eso me hacía inmensamente feliz, yo planifiqué que fuera así, lo que no sabía, ni había planificado, era el hecho de saber que venían dos y por caminos distintos ¡trágame tierra! Yo no estaba preparado para afrontarlo, era muy chamo, apenas empezaba a despegar, apenas aprendía a ser Papá.
Dedicado a Ana, la mamá de Adrián.
De vuelta a casa, durante muchos años fué el nombre de mi programa en la radio, jamás pensé que sería el título de un episodio de mi Podcast, pero fué lo primero que me vino a la mente cuando comencé a grabarlo, porque marca justo el momento del regreso a mi ciudad natal, a la casa de mis padres luego de años fuera, volvía a mis raices, no venía sólo, traía conmigo a mi hija, mi matrimonio, mi título universitario y una maleta de sueños por realizar.
De vuelta a casa, todo comenzaba a tener sentido, todo tenía algo de orden pero, comenzar a trabajar en la radio, cambió el rumbo y todo se volvió a enredar. Lo tenía todo pero la inmadurez es uno de los obstáculos más grandes que debes superar cuando eres Papá joven.
Recuerdo claramente, que le pedimos a la Ginecóloga que no nos revelara el sexo del bebé, que queríamos que nos sorprendiera el día de su nacimiento, como en las peliculas en las que el Papá espera ansioso en el pasillo de la clínica, mientras Mamá trae al mundo al nuevo integrante de la Familia. Esa solicitud fue aceptada por la Doctora, solo que fué a mí, al único al que no se le dijo y así, sin saber nada, llegué esa mañana de septiembre a la Clínica, a esperar en el pasillo que se encendiera la luz azul que anunciaría el nacimiento de mi primer hijo varón según mi fallida intuición masculina.
¡It´s a girl! ¡Es una niña! escuchaba voces decir en el fondo, mientras mis ojos se negaban a ver el bombillo rosado encendido sobre la puerta de la Sala de Parto.
En ese preciso momento, mi vida cambió para siempre, desde que esa luz se encendió, comenzó mi mas profundo proceso de transformación, dejé de ser "yo" para convertirme en "nosotros", ese día nació mi primera hija, mi primer amor verdadero y también nació "El Papá" que soy.
Dedicado a KT.
Este episodio marca el incio de mi etapa como Papá, con sólo 22 añitos, estudiando en la Universidad, a media carrera, aún dependiendo económicamente de mi Padre, inmaduro para semejante responsabilidad, con ganas de salir corriendo, con el dilema de casarme o no casarme, significada un giro de 180 grados en mi vida, buscar apoyo en Papá y recibir una de sus mas hermosas lecciones de vida y de hombría y finalmente, en medio de tanta presión familiar, tomar la mejor decisión por el bien de todos, incluyendo esa miniatura de Ser que apenas había comenzado a formarse y ya me estaba conviertiendo en una mejor persona... Dios mio como cambió mi vida cuando supe que ¡mi novia estaba EMBARAZADA!
En este Episodio revisamos la importancia de estar presente en los momentos que marcarán la vida de tus hijos y la graduación es, sin duda alguna, uno de éllos, quizás el más importante, tanto en el Bachillerato, como en la Universidad, pero no es sólo ir al acto en sí, se trata de acompañar y apoyar a tu chamo durante todo el recorrido, ser parte de su carrera, interesarte por su decisión vocacional, acompañarlo al campus, interesarte por su rendimiento académico y mantenerte al día con los compromisos económicos, es parte de la tarea de Papá.
La Toga y el Birrete son la bandera a cuadro, indican que tu hijo llegó a la meta, y si tu como Papá lo acompañaste durante toda la ruta, de seguro esa Toga y ese Birrete, serán compartidos contigo, sino, sólo pagaste la carrera de tu hijo ¡que triste!
Leo tus comentarios y opiniones acerca de éste y todos los temas que comparto con ustedes en este Canal.