
Recuerdo claramente, que le pedimos a la Ginecóloga que no nos revelara el sexo del bebé, que queríamos que nos sorprendiera el día de su nacimiento, como en las peliculas en las que el Papá espera ansioso en el pasillo de la clínica, mientras Mamá trae al mundo al nuevo integrante de la Familia. Esa solicitud fue aceptada por la Doctora, solo que fué a mí, al único al que no se le dijo y así, sin saber nada, llegué esa mañana de septiembre a la Clínica, a esperar en el pasillo que se encendiera la luz azul que anunciaría el nacimiento de mi primer hijo varón según mi fallida intuición masculina.
¡It´s a girl! ¡Es una niña! escuchaba voces decir en el fondo, mientras mis ojos se negaban a ver el bombillo rosado encendido sobre la puerta de la Sala de Parto.
En ese preciso momento, mi vida cambió para siempre, desde que esa luz se encendió, comenzó mi mas profundo proceso de transformación, dejé de ser "yo" para convertirme en "nosotros", ese día nació mi primera hija, mi primer amor verdadero y también nació "El Papá" que soy.
Dedicado a KT.