
Abro debate sobre este tema tan interesante, la calidad del tiempo cuando estás con tus hijos y los disfrutas intensamente y marcas el momento convirtiéndolo en inolvidable, versus la cantidad de tiempo que compartes con ellos diariamente, aunque jamás disfruten, ni recuerden uno solo de los momentos vividos juntos, simplemente poque ninguno fue especial.
Les pongo un ejemplo sencillo: "cantidad" es ver todos los juegos del torneo junto a tu hijo, que rico y que envidia de la buque por cierto es una experiencia maravillosa, pero "calidad" es ver uno solo uniformados del equipo de ambos, aunque sean distintos, comprar cotufas y prepararlas, hacer unas ricas hamburguesas para el entretiempo, celebar cada gol intensamente y al final, quedarte comentando el resultado del partido y salir al patio a jugar un rato, con el balón que le compraste el año pasado.
No es suficiente estar físicamente presente en la vida de tus hijos, la meta debe ser puesta en estar emocionalmente ligado a ellos, que te sientan y sepan que cuentan contigo, que estás ahí, que les importas y que tú eres importante para ellos.
¡Revisa si lo estás haciendo bien!