Pocos sectores llaman más la atención de los inversores ahora mismo que el de la Defensa. Con el presidente de Estados Unidos presionando para que todos los países aumenten su inversión militar, hace pensar que esta industria goza de buena salud.
Ha sido un sector muy rentable en bolsa, este último año, tan convulso, pero también en los últimos 5 ejercicios, donde ha rendido por encima del mercado global. Aunque no podemos olvidar que es una industria controvertida, con muchos inversores que prefieren no apostar por ella por razones éticas. Pero, ojo, porque muchos fondos sostenibles, por los que apuestan los inversores éticos, en realidad tienen una parte de su cartera, y no pequeña, en el sector militar.
A nivel ético también hay que tener en cuenta que no es lo mismo las empresas que fabrican armamento “normal”, o de uso militar; mientras que otras se dedican a armamento controvertido, que engloba la fabricación de misiles con capacidad nuclear o las armas químicas.
Aunque, en realidad, son muchas las empresas que mezclan uso civil y militar, y es difícil disociar. Airbus, por poner un ejemplo, fabrica aviones de transporte de personas, pero también, se dedica a la aviación militar, por medio de Eurofighter. O Rolls-Royce, famosa por sus motores, que también fabrica para vehículos blindados o carros de combate.
Pero, más allá de la ética o no de este tipo de inversión, lo importante hoy es su rentabilidad y su potencial. Y lo normal es pensar que, con la presión de Trump ante sus socios y los conflictos bélicos activos, las empresas del sector sigan subiendo. Pero, a pesar de ello, y tras tanto recorrido… ¿Es el momento de entrar? Es un momento propicio para mantener, pero no está tan claro que ofrezca grandes oportunidades para incorporarse.
Ahora mismo sí que las empresas europeas del sector ofrecen potencial alcista, pero las estadounidense, que no dejan de ser las grandes dominadoras de este mercado, dan más muestras de que su rendimiento va a ser muy similar al que ofrezca el mercado. Y eso que, si cogemos como referencia el ETF del sector de Defensa de Europa, desde los mínimos de abril ha subido un 40%, un nivel equivalente al registrado por el Nasdaq.
Aunque también hay que tener en cuenta que es un sector con importantes barreras de entrada, lo que dificulta la competencia. Una empresa de Defensa no se monta de la noche a la mañana. Y, además, cuenta con una barrera tecnológica adicional, que hace casi imposible entrar.
Está claro que ofrece muchas ventajas. La duda es si el dinero va a llegar, si las inversiones prometidas por tantos países van a llegar a producir. Aunque es lógico pensar que en un sector como este, considerado estratégico, el dinero llegará, aunque sea a costa de emisión de deuda. “El problema no es el dinero, al menos para gastar en Defensa”. Es un sector con flujos de caja no solo estables, sino crecientes. Con contratos que, además, suelen ser plurianuales.
Para descubrir cómo invertir en la industria militar y sacar provecho a este mundo belicoso, contamos con el consejo de Joaquín Gómez, director adjunto de elEconomista.es, y Fernando Luque, editor senior de Morningstar.
Fondo de empresas europeas- DNB European Defence EU (NO0013528356)
Este fondo, de una gestora noruega, es el único especializado en empresas europeas disponible para el inversor español. A pesar del interés en el sector, no han surgido más. Este tiene como principales empresas en cartera a Rheinmetall, Rolls-Royce y Hexagon. Tres de las más importantes, así que no hay sorpresas.
ETF de empresas europeas- WisdomTree Europe Defence ETF (IE0002Y8CX98)
Este tiene como principales posiciones a Tales, BAE Systems y Rheinmetall.
- Amundi Stoxx Europe Defense ETF (LU3038520774)
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