Estamos llamados a alinearnos con la voluntad de Dios. Pero no debemos hacerlo solos. Estamos llamados a formar parte de una comunidad, del cuerpo de una iglesia.
Para terminar nuestro increíble fin de semana de evangelización, Manu resume lo que estamos llamados a hacer como cristianos. La evangelización no es una tarea que se nos ha encomendado, sino un estilo de vida que estamos llamados a seguir. Nuestro propósito es llevar Su reino a nuestra vida cotidiana y a quienes nos rodean.
El amor no es jactancioso porque el amor verdadero busca honrar a los demás en lugar de llamar la atención sobre sí mismo. Según 1 Corintios 13, el amor genuino es humilde, se centra en servir y edificar en lugar de presumir o buscar elogios.
Cada pocos meses nos gusta tomarnos un tiempo y preguntarle a Dios cómo podemos colaborar con lo que Él está haciendo en el espíritu. Para ver lo que Él nos está compartiendo proféticamente y cómo podemos preparar mejor nuestros corazones y nuestras vidas para movernos con Él. Esta semana, Abi comparte una actualización sobre lo que sentimos que Dios está diciendo en esta temporada.
Jesús nos llama a seguirlo, dejando atrás todas las cosas viejas. Sin embargo, a veces sucede que las cosas viejas resurgen. Nos sentimos tentados o desafiados nuevamente. Con el fuego del Espíritu Santo, podemos abandonar con confianza esa vida vieja, esas cosas viejas, y caminar en una vida nueva y plena con Jesús. Cortando con todas las viejas costumbres.
La bondad se siente, una compasión que nos impulsa a actuar. Tiempo, recursos y cuidado. La bondad cuesta, requiere el sacrificio de comodidad, dinero, horario, es sacrificial muchas veces y esto siempre refleja a Cristo.
La convicción del Espíritu Santo no es Dios condenándonos o juzgándonos. Es algo bueno que significa que Él quiere acercarse más a nosotros y enseñarnos. Necesitamos vivir desde un lugar de rendición constante y temor del Señor. En ese lugar, nuestra intimidad con Él puede crecer profundamente.
Nuestra historia de amor con Él comenzó con un gran sacrificio, ¿cuántas de las tuyas comenzaron así? Cuando atravesamos momentos difíciles, la verdadera condición de nuestro corazón se revela; solo el Espíritu Santo conoce su realidad y desea mostrarnos el amor del Padre.
¿Cuál es nuestra llamado? Las Escrituras nos dicen que debemos ser enviados y difundir las buenas nuevas por todo el mundo. Con el Espíritu Santo en nosotros, podemos aprender a correr en este llamado. Llenos de pasión y hambre por ver más.
El enemigo intenta una y otra vez confundirnos con mentiras y nublar nuestros pensamientos y nuestras mentes. Pero Dios, que es la verdad, puede liberarnos de esas mentiras. Él trae libertad a nuestras mentes y nuestros pensamientos, restaurando nuestra identidad en Cristo.
Según la Biblia, hay dos tipos de cristianos. Los que dicen seguir a Cristo, pero viven como si siguieran al mundo. Y los que dicen seguir a Cristo y piensan de manera celestial. Debemos entregar nuestras prioridades y lo que creemos que necesitamos para nuestras vidas a la guía del Espíritu Santo.
La Palabra de Dios está viva!
"El Verbo se hizo hombre y se instaló entre nosotros. Estaba lleno de lvoe infalible y fidelidad. Y hemos visto su gloria, la gloria del Hijo unigénito del Padre".
Juan 1:14
Cómo recuperar y mantener tu fuego para leer la palabra de Dios y vivir según ella.
Profecía es escuchar palabras de Dios que Él está hablando acerca de nosotros, o a nosotros acerca de alguien más. Pero necesitamos vivir en un lugar de verdad y revelación del corazón del Padre. La profecía es un don del Espíritu que Él imparte voluntariamente a aquellos alineados con Su corazón.
Es importante tener una visión clara de la bondad de Dios, a través de Jesucristo quien nos revelo la naturaleza del caracter del Padre de tal manera que permanecemos cerca de el y ningun muro para interponerse entre El y nosotros.
Queremos crear una cultura y un estilo de vida donde lo milagroso y las curaciones ocurran a menudo. Necesitamos no sólo la fe para ver el milagro, sino también saber qué autoridad llevamos en nosotros. Que Jesús dijo «salid y curad a los enfermos». Id y sanad a los quebrantados de corazón». Porque Jesús lo dijo, puede suceder y sucederá.
Si hemos aceptado a Jesús como nuestro salvador, ya no vivimos nosotros mas Cristo vive en en nosotros y nueva criatura somos; ya no debemos estar viendo nuestros pecados pasados porque hemos sido lavados de ellos gracias al sacrificio de Jesús en la cruz por amor a nosotros.
Hay una diferencia entre lo que uno cree que es verdad y la verdad. Lo que creemos que es verdad cambia y crece con la vida y la experiencia. La verdad es eterna e inmutable.
La cruz es el mayor ejemplo de misericordia de la historia. Dios nos ha mostrado misericordia gratuitamente aunque no la merezcamos. Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores antes de que hicieran algo para merecerla. La misericordia de Dios fluye de su carácter. Es parte de lo que Él es, y de lo profundamente que ama a su pueblo.
Somos bendecidos cuando mostramos misericordia, porque es una prueba de que pertenecemos a Dios. La misericordia es prueba de que hemos sido cambiados por la misericordia de Dios. Demuestra que nos damos cuenta de que nuestro propio perdón no descansa en nuestra capacidad de ser misericordiosos. Por el contrario, nuestra capacidad de misericordia es señal de que comprendemos el perdón de Dios, y de que queremos mostrar su amor profundo e incondicional.
Hemos sido creados para la comunión con el pueblo de Dios y su Iglesia. Hemos sido creados para tener relaciones de amor con los que nos rodean. Aprenda a combatir las tácticas que el enemigo utiliza para destruir e interrumpir nuestra conexión con los demás.
El buen padre