¿Qué tienen en común una copa de vino y una imagen astronómica? Que ambas se disfrutan a sorbos. En este episodio hablamos de cómo medimos la luz de las estrellas, no solo para admirarlas, sino para entenderlas. Desde los primeros ensayos visuales hasta la fotometría moderna, exploramos cómo el uso de filtros como los famosos UBVRI nos permite descomponer la luz estelar en colores con significado físico: temperatura, edad, composición.
Profundizamos en el papel de los detectores CCD, que revolucionaron la observación astronómica al permitir mediciones precisas, repetibles y sensibles como nunca antes. Cada píxel se convierte en un pequeño contador de fotones, y cada filtro en una ventana distinta al universo.
Porque observar ya no es solo mirar: es medir, comparar, y descubrir. Una estrella, un filtro, un fotón. Una ronda más acompañados de los parpadeos de las estrellas.
¿Qué ocurre cuando lo que creíamos eterno empieza a desvanecerse? En este episodio, nos acercamos al horizonte de sucesos con una copa en la mano y una pregunta en el aire: ¿puede un agujero negro evaporarse?
Acompañamos a Stephen Hawking en su viaje intelectual, desde su escepticismo inicial hasta el descubrimiento que cambió nuestra comprensión del cosmos. Exploramos cómo Jacob Bekenstein propuso que los agujeros negros tienen entropía, y cómo Hawking fue más allá: si tienen entropía, también deben tener temperatura. Y si tienen temperatura... entonces emiten radiación.
Así nace la radiación de Hawking. Un fenómeno que une la gravedad, la mecánica cuántica y la termodinámica en una ecuación tan bella como inquietante.
En este episodio hablamos de física, sí, pero también de humildad científica, apuestas perdidas, paradojas sin resolver y contabilidad cuántica. Todo narrado desde el borde de un abismo… que emite calor.
Porque incluso en la oscuridad total, el universo guarda un destello.
Los cúmulos de galaxias son las mayores estructuras del universo unidas por la gravedad. En ellos, cientos o miles de galaxias interactúan, colisionan, evolucionan y se influyen mutuamente, sumergidas en un baño de gas incandescente y rodeadas de halos invisibles de materia oscura. En este episodio de Esta ronda la paga Newton, nos acercamos a estos fascinantes clubes cósmicos para descubrir cómo funcionan por dentro, qué papel juega el gas intracúmulo, cómo se forman y por qué son laboratorios ideales para estudiar la evolución del universo.
A través del teorema del virial, las lentes gravitacionales y el efecto Sunyaev-Zeldovich, medimos su masa, inferimos la presencia de materia oscura y trazamos la historia de la estructura a gran escala del cosmos. Conoceremos casos icónicos como el cúmulo de Coma, IC 1101 o el Bullet Cluster, y hablaremos de grandes pioneras como Vera Rubin. Si alguna vez te preguntaste cómo es un lugar donde las galaxias van de fiesta —y qué misterios esconden esas reuniones—, este episodio te invita a mirar al cielo con otros ojos. Porque el universo también tiene sus bares... y sus porteros gravitacionales.
El universo tiene límites. Pero no como los de un muro o una frontera, sino como los de un reloj que marca lo que ya ha ocurrido… y lo que jamás ocurrirá para nosotros.
En este episodio nos asomamos a dos horizontes que definen nuestra relación con el cosmos: el horizonte de partículas, que nos conecta con el pasado más remoto, y el horizonte de eventos, que pone un límite a lo que alguna vez podremos ver en el futuro.
El primero crece con el tiempo: cuanto más vive el universo, más lejos ha podido viajar la luz y más regiones se hacen observables. Es como una esfera que se expande y revela poco a poco los secretos del Big Bang.
El segundo, en cambio, se encoge. En un universo cuya expansión se acelera por la energía oscura, llega un momento en que ciertas galaxias se alejan tan rápido que ni la luz podrá alcanzarnos nunca. No porque el universo se esté cerrando, sino porque el espacio mismo se estira más rápido de lo que la luz puede recorrer.
Dos horizontes. Dos formas de medir el tiempo. Uno nos cuenta de dónde venimos. El otro, lo que perderemos. Y en medio, nosotros, observando un universo que, poco a poco, empieza a despedirse.
Dicen que el universo empezó con una gran explosión... pero en el fondo fue una mezcla: espacio, tiempo, materia y energía removidos en una misma cuba cósmica. En Esta ronda la paga Newton seguimos esa tradición: un poco de ciencia, un poco de historia y una pizca de ligereza etílica. Como el mejor zurracapote, esto se sirve con calma y se disfruta con curiosidad.
En este episodio nos asomamos a una contradicción aparente pero fascinante: si el universo se expande aceleradamente, ¿cómo es posible que las galaxias choquen?
Arrancamos con la expansión descubierta por Hubble y la misteriosa energía oscura que acelera el cosmos. Pero pronto descubrimos que, a escalas más pequeñas, la gravedad sigue teniendo la última palabra. Analizamos cómo la Gran Nube de Magallanes —una galaxia enana vecina— podría alterar la estructura de la Vía Láctea, e incluso expulsarnos de nuestro hogar galáctico. Y eso es solo el preludio: Andrómeda se acerca, lenta pero inexorablemente, rumbo a una fusión que cambiará nuestro cielo para siempre.
También exploramos otros encuentros estelares memorables: las galaxias Antennae, las Ratón, las Taffy, y Centaurus A. Colisiones lentas, deformaciones, estallidos de formación estelar… un vals gravitatorio que desafía la soledad cósmica.
Finalmente, desmontamos mitos frecuentes sobre las colisiones galácticas y recordamos que, aunque la expansión domine el universo, el movimiento local sigue dejando su huella.
Porque incluso en un cosmos que tiende al enfriamiento y la separación, hay cosas que todavía se buscan, se atraen y se funden.
Bienvenidas y bienvenidos a un nuevo episodio de Esta ronda la paga Newton.
La gravedad tiene sus propios planes… y nosotros, otra excusa para brindar por ellos.
Antes de ser el padre de la bomba atómica, Robert Oppenheimer fue un joven teórico fascinado por el cielo y sus secretos más oscuros. Mucho antes de Los Álamos, trabajó con Tolman y Volkoff en cuestiones fundamentales para entender el destino de las estrellas más masivas: el colapso gravitatorio.
Este episodio explora ese momento clave en la historia de la física, cuando las ecuaciones de Einstein se combinaron con la intuición de un físico dividido entre la poesía y la precisión matemática. La ecuación Tolman-Oppenheimer-Volkoff describe el equilibrio imposible entre presión y gravedad dentro de una estrella. Y cuando la presión ya no basta, el resultado no es una explosión… sino un colapso absoluto: el nacimiento de un agujero negro.
Desde Pascal hasta la relatividad general, del silencio del espacio al estruendo de la guerra, este episodio recorre la línea que une la física más pura con las decisiones más devastadoras. Porque a veces, el conocimiento no detona… simplemente colapsa.
El episodio abre con una imagen evocadora: ver estrellas ocultas o galaxias lejanas no por magia, sino porque la luz ha sido curvada por la gravedad. Esa luz ha viajado miles de millones de años y llega hasta nosotros distorsionada, multiplicada, como reflejada por espejos invisibles. Este fenómeno, predicho por Einstein y observado por Eddington en 1919, se llama lente gravitacional.
A través de este episodio, se explora cómo la gravedad puede actuar como lupa cósmica, mostrando objetos que de otro modo serían invisibles. Se menciona al visionario Fritz Zwicky, quien propuso que cúmulos de galaxias podrían servir como lentes. Aunque su carácter excéntrico lo mantuvo en los márgenes, sus ideas se confirmaron décadas después.
Hoy, las lentes gravitacionales son herramientas clave para estudiar el universo, desde la materia oscura hasta las estrellas más antiguas. La luz puede engañar… pero en ese engaño, revela verdades profundas sobre el cosmos.
Este episodio cuestiona la idea del genio solitario y muestra cómo la teoría de la relatividad fue fruto de un contexto colectivo. Einstein no trabajó en el vacío: Poincaré ya había formulado principios clave como la relatividad del movimiento, y Lorentz había desarrollado transformaciones esenciales. Einstein dio el paso decisivo al eliminar el éter y replantear el tiempo y el espacio como relativos.
Para la relatividad general, contó con la ayuda matemática de Grossmann y coincidió casi al mismo tiempo con Hilbert, que llegó a las mismas ecuaciones por otro camino. También se menciona la posible colaboración de Mileva Marić, su primera esposa, aunque no hay pruebas concluyentes.
El episodio desmonta mitos y nos recuerda que la ciencia avanza en diálogo, no en solitario. Einstein fue brillante, sí, pero también humano, y su grandeza está tanto en lo que logró como en lo que intentó sin éxito.
En este segundo episodio de "Esta ronda la paga Newton", hemos hecho un viaje al corazón del tiempo. Nos hemos preguntado: ¿cómo sabemos cuántos años tiene el universo? Y lo que parecía una cifra sólida —13.800 millones de años— resultó ser el fruto de un largo pulso entre teoría y observación.
Nos adentramos en un enigma que durante décadas desveló a los astrónomos: el universo parecía más joven que sus propias estrellas. Las primeras mediciones desde el telescopio Hubble indicaban una edad de apenas 8 o 9 mil millones de años. ¿Cómo era posible que algunas estrellas globulares, esas ancianas esféricas que orbitan las galaxias, fueran más viejas que el propio cosmos?
Exploramos cómo se mide ese tiempo profundo: con la constante de Hubble, midiendo la luz que se estira mientras las galaxias huyen; con las cefeidas, las estrellas pulsantes que nos sirven de faro; con el eco fósil del Big Bang, el fondo de microondas. Cada una aportó su voz al coro del tiempo.
Contamos también cómo la cosmología moderna resolvió el dilema, afinando distancias, ajustando velocidades, y aceptando que había una energía extraña —la energía oscura— que aceleraba la expansión del universo. Y con ella, la edad del cosmos creció hasta acomodar a sus estrellas más antiguas.
Entre mitos y realidades, deshicimos ideas equivocadas. Seguro que te intrigará averigüarlas.
Y ahora, al final de esta ronda, sabemos que conocer la edad del universo no es solo contar años, sino leer los pliegues del tiempo, interpretar la luz más antigua, y entender que cada mejora en nuestras herramientas transforma nuestra idea del todo.
Porque medir la edad del universo… es también medir nuestra sed de comprenderlo.
En el episodio titulado "Midiendo el Universo: El Pulso de las Cefeidas", nos adentramos de la mano de Ruth Lazkoz en el fascinante mundo de las cefeidas, estrellas cuyo brillo variable se convierte en una herramienta clave para medir distancias en el universo y entender su expansión. Este episodio explora cómo estas estrellas, tan distantes, nos ayudan a descifrar el latido del cosmos.
El episodio comienza con una introducción evocadora, comparando el pulso de las cefeidas con el latido del universo. A medida que las cefeidas varían su luminosidad a lo largo del tiempo, su ritmo nos proporciona una pistola cósmica para medir las distancias y, lo más importante, para entender cómo el universo se está expandiendo. Este es el marco histórico que sirve como base para comprender el impacto de estos descubrimientos en la cosmología moderna.
Exploramos las primeras observaciones de cefeidas, revelando cómo en el observatorio de Harvard, un grupo de mujeres astrónomas, incluidas figuras como Henrietta Leavitt, descubrió que las cefeidas seguían una relación precisaentre el período de su pulsación y su luminosidad. Esto dio lugar a la primera herramienta confiable para medir distancias galácticas, un hito que revolucionó la forma en que entendemos la escala del universo.
La narración sigue con el descubrimiento de Edwin Hubble, quien utilizó las cefeidas para demostrar que el universo no es estático: las galaxias se alejan unas de otras, lo que nos llevó a la formulación de la ley de Hubble y, en última instancia, al concepto de la expansión del universo. A través de esta historia, mostramos cómo las cefeidas se convirtieron en el farol cósmico que iluminó el camino hacia nuestra comprensión del cosmos en expansión.
A lo largo del episodio, profundizamos en la física de las cefeidas, explicando cómo y por qué estas estrellas varían en brillo. Con un tono accesible pero preciso, desentrañamos los procesos físicos detrás de sus pulsaciones y cómo esta variabilidad está relacionada con su masa y luminosidad.
El episodio también examina los mitos y realidades en torno a las cefeidas, como la idea de que las primeras mediciones eran perfectas o que el descubrimiento de Hubble fue una revelación aislada. En realidad, el trabajo fue el resultado de colaboraciones y construcción de conocimiento a lo largo de décadas.
Finalmente, el episodio enlaza con el impacto contemporáneo de las cefeidas, mostrando cómo siguen siendo cruciales para las mediciones de distancias cosmológicas y cómo los astrónomos continúan usando estos faros celestes para ajustar la constante de Hubble y entender el ritmo al que el universo se expande.
El episodio se cierra con una reflexión sobre cómo, al igual que las cefeidas, nuestras preguntas sobre el cosmos siguen pulsando, llevando la ciencia hacia nuevos horizontes, y con una invitación a los oyentes para que nos acompañen en el próximo episodio, donde las estrellas y las historias también seguirán expandiéndose.