Rafael Condarcuri, un psicólogo que en cada palabra muestra vocación pura y ve la psicología como medio para ayudar y para aportar a las personas y no para juzgar o para señalar lo supuestamente “patológico”.
Empeñado en lo que llama la humanización del psicólogo, donde el profesional puede incluso aceptar a la persona que está acompañando antes que ella y construir así una relación de confianza que se salga de lo racional y de lo conductual para conectarse sin miedo con las personas, dándole poder a aquello que piensan y sienten. Brindándoles seguridad.
Convencido de que muchas personas en la etapa adulta necesitan de fuerza y apoyo de los psicólogos debido a diferentes razones; por ejemplo, en su infancia les falto el papá o la mamá y les tocó aprender por si mismos lo que originalmente enseñan estas figuras. Por estas reflexiones se siente responsable como profesional de la psicología en aportar a cada persona con la que se atraviesa y en este video no fue la excepción, estoy seguro que le dejara un mensaje positivo y de optimismo a cada uno de los que se acerquen a este contenido.
Carolina Rudas generosamente nos cuenta una historia de autodescubrimiento que inicio en Timor Oriental, donde debió afrontar una guerra de un país ajeno que la enfermó. Mientras conversaba con Carolina pensaba, parece una historia sobre la guerra en Colombia. Debemos ser conscientes los colombianos de las consecuencias que deja la guerra a nivel mental.
Las consecuencias de afrontar una guerra llevaron a Carolina a buscar ayuda terapéutica y por fortuna de quienes disfrutamos de su práctica, a convertirse en la única maestra certificada de 5 ritmos en Colombia. A través de esta meditación danzada descubrió su cuerpo, su ego, sus emociones y en esta conversación nos enseña las luces y sombras que allí bailo y aprendió a amar.