En este episodio, el pastor Cristián Millán nos invita a redescubrir el significado del Domingo de Resurrección. Más que una celebración religiosa, es una oportunidad para experimentar el poder que levantó a Jesús de entre los muertos… obrando en nuestra vida hoy.
¿Estás viviendo conectado a ese poder? ¿Conoces a Jesús o solo sabes de Él?
Escucha, reflexiona y recuerda: Jesús está vivo… y está disponible para ti.
"»Ustedes son la luz del mundo, como una ciudad en lo alto de una colina que no puede esconderse. Nadie enciende una lámpara y luego la pone debajo de una canasta. En cambio, la coloca en un lugar alto donde ilumina a todos los que están en la casa. De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial." (Mateo 5:14-16)
Un grave problema que genera muchas muertes o afecta vidas de manera permanente es la imprudencia. La imprudencia es: falta de madurez, un estado de "inconsciencia", falta de amor propio, y falta de respeto a los demás. Es un acto de necedad, de orgullo, y egoísmo al pensar que "soy más importante que los demás".
Si hay algo que claro que todo cristiano debe entender, es que todo acto en la vida tiene y trae consecuencias (positivas y negativas). Puede ser consciente o inconscientemente, pero las consecuencias, no tan sólo nos afectan a nosotros (quiénes tomamos las decisiones), si no también afectan a quiénes tenemos a nuestro lado: Pueden ser tu familia, tus hermano(as) de fe, pueden ser tus líderes o pastores, pueden ser tus compañeros de trabajo, tus vecinos, o aún los que se encuentren cerca tuyo en el momento de la decisión. Y sobre esto, hay consecuencias que pueden repararse, pero hay muchas otras que son irreparables.
La Biblia dice; "¡Solo los simplones creen todo lo que se les dice! Los prudentes examinan cuidadosamente sus pasos. Los sabios son precavidos y evitan el peligro; los necios, confiados en sí mismos, se precipitan con imprudencia" (Proverbios 14:15-16, NTV)
Todos somos "vasos de barro". Todos somos vulnerables. Todos enfrentamos debilidades, temores y limitaciones. Llevamos cargas, enfermedades, deudas, heridas, problemas, angustias, etc. Y lo primero que debemos entender es que esta es nuestra "realidad en lo natural" (Es lo visible y tangible). Pero el apóstol Pablo nos dice a través de este versículo, que a pesar de lo débiles y frágiles que somos, "portamos un tesoro" como muestra y prueba del "poder de Dios", y Dios va a resplandecer por medio ese "tesoro" en nuestras vidas como señal de Su gloria ante los demás para que le conozcan y pongan también sus esperanzas en Él.
"Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. De manera que la muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida." (2 Corintios 4:7-12)
Hay situaciones en nuestra vida donde "no podemos hacer nada". Hay diagnósticos médicos, hay situaciones familiares, hay condiciones económicas y laborales en las cuales se nos acaban todas las opciones y alternativas que están a nuestro alcance. Es un momento en el cual Dios cierra todas las opciones, alternativas y puertas que estaban antes a nuestro alcance, porque es un momento en el cual el Señor quiere que pongamos nuestros ojos en Él para que dependamos sólo de Su "gracia".
Puedes tener grandes o simples sueños en tu vida, pero sin determinación nunca avanzarás hacia ellos para que sean una realidad. Josué 1:9 nos ofrece más que una frase alentadora o motivacional; es una Palabra de Dios que nos exhorta a actuar con decisión y sin ambigüedades, desechando la duda, el temor, los prejuicios, el desánimo, la incredulidad, y por sobre todo la falta de fe. Ser determinantes como cristianos no significa tener el control de las cosas, al contrario, es ceder el control de las circunstancias a Dios; sólo de esta manera podremos experimentar realmente la vida de paz, justicia y gozo que Dios desea para cada uno de nosotros.
¿Por qué el Señor nos desafía a actuar con determinación en este nuevo año 2023?. Porque hay Palabras (promesas) que ya nos han sido entregadas por el Señor, y no se han cumplido por falta de determinación a causa de la duda, la incredulidad, el temor, los prejuicios, el desánimo y la falta de fe. Tener determinación es ser intencional; ser concreto (tomar acciones); caminar en las Promesas y la Palabra de Dios; honrar la unción (la autoridad y el favor que Dios nos ha dado); y creer y avanzar hacia el propósito de Dios con nosotros.
Dios tiene el poder de traer sobre nosotros libertad y sanidad. Dios tiene el poder de transformar todas las cosas para el beneficio de quiénes lo aman. Dios tiene el poder de hacer todas las cosas nuevas en nuestra vida. Pero ninguna de estas obras se compara con el milagro de la resurrección. El mensaje del evangelio está incompleto si no consideramos en nuestra predicación el poder que Dios ejerció sobre la muerte por medio de la resurrección en Cristo. Esta verdad es la piedra angular de nuestra fe y de nuestra esperanza.
Dios a veces permite que entremos en tormentas que nos tentarán a dudar, que nos llevarán a afligirnos, sólo para demostrarnos que al otro lado Él viene caminando sobre la tormenta, sobre el viento y sobre las olas, porque Él jamás pierde el control. Dios a veces nos lleva a las tormentas porque quiere que aprendamos a depender absolutamente de Él, y así sacar lo mejor de nosotros.
"Despierten las naciones y vayan al valle de Josafat, porque allí me sentaré para juzgar a todas las naciones de alrededor. Metan la hoz porque el grano ya está maduro. Vengan, pisoteen porque el lagar está lleno y rebosan las cubas; pues mucha es la maldad de ellos. “Multitudes, multitudes están en el valle de la decisión porque está cercano el día del SEÑOR en el valle de la decisión. El sol y la luna se oscurecen, y las estrellas retiran su fulgor. 16 El SEÑOR ruge desde Sion y da su voz desde Jerusalén. Tiemblan los cielos y la tierra, pero el SEÑOR es refugio para su pueblo y fortaleza para los hijos de Israel.” (Joel 3:12-16, RVA2015)
La humanidad tiene hambre de conocer el futuro. Hay hambre de seguridad y de certezas. Hay hambre de buenas noticias. El mundo está en búsqueda de un salvador. Pero lamentablemente nada ni nadie en esta tierra nos puede brindar las respuestas que tanto anhelamos. Por más ciencia, tecnología y adivinos que haya, nadie nos puede dar una respuesta exenta de riesgos, excepciones y errores. La razón de tanta inseguridad y temor es que como humanidad nos hemos olvidado de Dios.