1) La fama: La gente siempre habla y la fama en tu vida puede aparecer. No es buena ni mala, sino que depende del motivo que te lleve a la fama. Por tanto, en estos tiempos que vivimos, parece que llegar a la fama pasa por lo escandaloso más que por lo prestigioso. Incluso en tu metro cuadrado de vida tendrás que ver si la gente tiene un reconocimiento de vos, pero desde el dónde… que tu vida llegue a la fama por lo que haces puede ser prestigioso, pero que la fama sea el objetivo de tu vida, eso sí que puede ser doloroso.
2) Herodías: Cuando desde los afectos, te usan y te golpean, puede que tu misma vida sea un dolor. Es muy complejo cuando te das cuenta que te usaron o que fuiste comprado desde los afectos. No dejes que un baile o una belleza que se acerca a tu vida te haga perder lo que vos estás construyendo para tu vida. Puede que una noche de pasión pueda convertirse en una vida de dolor… por eso fíjate bien a quién le juras promesas, no sea que por encariñarte te termines encegueciendo y hasta vendiendo.
3) Lícito: No es bueno que des un corte a las personas que te dicen las cosas como son. Es necesario tener una mirada clara y saber que hay personas que te dicen las cosas porque te quieren. Cuando haces un corte a los que te quieren y te dicen la verdad, puede que estés dando un corte a la realidad, y ya nadie pueda sacarte de la ficción que vos mismo te provocas. Aprende a aceptar los consejos de tu cercanos, para no dejar de lado a lo que apuntan tus lejanos. Algo bueno está por venir.
1) Enseñar: Creo que en estos tiempos nos dimos cuenta que muchos quieren aprender y descubrir más de Jesús. Es por ello que no tenemos que dejar la formación y, por sobre todo, esa capacidad de seguir aprendiendo, porque en la vida todos los días aprendemos algo nuevo. Por ejemplo, ¿podrías decirme 5 cosas que aprendiste en este mes que pasó? Date la oportunidad de sacar aprendizajes de cada día y ver incluso los errores que cometiste como un punto para aprender.
2) Viene: Los prejuicios siempre estarán y son parte de nuestra sociedad. Hay gente que se maneja con prejuicios y hasta es capaz de dejar de lado grandes ofertas para su vida por no romper un prejuicio. Es por ello, que es importante que trates de romper con algo que es puro prejuicio. Capaz que aquello que no miras como oportunidad, por tu prejuicio, puede que sea tu motivador en la vida.
3) Tropiezo: Hay veces que no damos lugar a lo nuevo y a lo distinto. Es como que nos quedamos dando vuelta en nosotros mismos, sin ver que las oportunidades siempre están y son esenciales para descubrir que hay algo que yo puedo hacer por los demás. Hoy comprende que tu vida es caminar y todo caminar implica tropezarse, caerse, pero por sobre todo volver a empezar. Algo bueno está por venir.
1) Toda clase: Me encanta recordar lo que el papa Francisco nos propuso: “todos, todos, todos”. Porque hay veces que queremos generar exclusividades o círculos cerrados. Hay veces que me da miedo que la Iglesia se entienda como una franquicia, o que seamos una sucursal. Somos personas que encontramos a otras personas, en donde cada uno tiene su historia y su vida, su ritmo en el vivir, en donde cada uno tiene sus aciertos y desaciertos. Pero, ¿para que te pones en postura de juez o de supervisor?, si todos tenemos un rasgo pecador. Aprende que en esta vida todos necesitamos de todos y que, de quien menos te lo imaginas, puede que te termine dando una mano.
2) Canastas: Hay que hacerse un tiempo y seleccionar cosas y personas en tu vida y para tu vida. Es necesario que mires con quién compartes ciertas cosas y con quién no. Claro que no sos billete de 100 dólares para que todos te quieran, pero aprende a saber fijarte bien a quién le cuentas tus cosas. Todos pueden compartir tu vida, pero solo algunos pueden conocer la intimidad de lo que vivas. Date cuenta que no todos tienen la capacidad de estar y no todos deben estar en tu vida.
3) Lo nuevo: Constantemente estamos invitados al cambio y los cambios son necesarios para recordarnos que la vida es dinámica y hay cosas que sacamos y otras que dejamos. Los cambios para tu vida son importantes, porque si no tu vida puede estar sostenida en una estructura que tarde o temprano caduca. No todo es estático y las cosas tienen fecha de vencimiento, los cambios hacen que las cosas de tu vida no se pudran, sino que permanezcan. Para permanecer hay que cambiar y para cambiar hay que permanecer. Algo bueno está por venir.
1) Buscar: En esta vida tenés que ponerte en acción. Nada se logra con esperar, y lo más complejo y difícil es “la incertidumbre”, el no saber qué pasará con tu vida y en tu vida. En el 2016, cuando tenía un cierto conflicto con mi obispo, entró en mí la incertidumbre. La incertidumbre me mataba, me acuerdo que me mandaron a la Parroquia de Fátima. Estaba encerrado, como encarcelado. El esperar que quien en ese tiempo era mi obispo decida qué pasaría conmigo, me mataba. Eso me llevó a la decisión de decir: “hasta acá llego, me voy a mi casa”. Necesitaba cuidar mi salud mental y mi integridad. Pasaban los meses y no sabía qué iba a pasar con mi vida. Por eso di un paso al costado y me fui. Primero, porque todos tenemos dignidad y hacer sentir al otro que tengo el mando de su vida no es cristiano. Segundo, porque todos tenemos una vida y no podemos dejar que se pudra. Ahí comprendí que en la vida uno debe estar en constante búsqueda.
2) Alegría: Cuando encontrás lo que te apasiona y motiva puede ser la puerta a muchas cosas en tu vida. Cuando encontré que mi carisma era la evangelización en el mundo digital, apareció en mí la creatividad y la pasión. Lo que te apasiona te alegra y te sana. Por eso, ponte en tu mente y en tu corazón a ver qué es lo que te apasiona y te hace ser, qué es lo que te hace sentir como un pez en el agua y te hace crear o generar.
3) Vende: No se puede tener todo en la vida, hay que saber renunciar a cosas o personas, pero para adquirir algo se debe dejar algo. La vida misma es como un negocio, antes de querer tomar a alguien o algo en mi vida debo ver lo que me costará y cuánto debo sacrificar. Porque no podés tenerlo todo en la vida. Algo bueno está por venir.
1) Consolar: Siempre la Iglesia nos recordará la misión de todo cristiano: ser consuelo, poder acompañar a quien sufre o cometió un error en la vida. Siempre digo que descubrí esa Iglesia en “Alcohólicos Anónimos”, acompañando a un amigo en su proceso, que me puso como su tutor o padrino para esa etapa. Creo que como Iglesia, y como curas, durante mucho tiempo nos pusimos a juzgar y condenar más que consolar y acompañar. Por eso cuando la gente ve algún error o debilidad nuestra, nos la saca en cara; y tienen razón. Basta que miremos una caída para decir: “yo te dije… iba a caer”, en vez de decir: “ayudemos”.
2) Padre Pipo: Quiero contarte una experiencia que viví en Puerto Rico, donde compartí con un gran sacerdote, el Padre Pipo. Me hizo mucho bien conocer su historia. Pues es un alcohólico recuperado, y siempre cuenta su experiencia, y me encantó conocer a este sacerdote a quien admiro. Porque cuenta su experiencia para ayudar, y me encanta escuchar en sus homilías que cuenta desde sus caídas la misericordia de Dios. Porque siempre los curas es como que evitamos contar nuestras miserias, errores o debilidades, porque buscamos que la gente nos tenga en un pedestal y nos vea perfectitos. La otra vez me dijo Pipo: “ya llevo 20 años sin una gota de alcohol”, hasta consagra con mosto (para evitar el vino de misa). Es admirable ver cómo lucha este sacerdote con su debilidad, pero,, desde su debilidad lleva consuelo a su gente. Es allí donde dije: “aquí está lo que Jesús quiere”. Yo, enfermo, ayudo a otros enfermos para que nos levantemos.
3) Resucitar: Volvamos a tener vida. Seamos personas que transmitan vida incluso a los que hoy están muertos en vida. Mucha gente está sin vida porque lo destruyeron socialmente, porque lo difamaron o hasta calumniaron. Hay gente que no tiene ganas de vivir porque lo perdió todo o porque ya no le encuentra un sentido. Proponete transmitir vida con tu cercanía o con tu “¿cómo estás?”, o simplemente decir: “rezo por vos”. Porque al hacer sentir a otra persona que no está sola ya logras que tenga un algo para vivir. Algo bueno está por venir.
1) Entregado: La vida misma te va enseñando que hay personas y cosas que tienen fecha de vencimiento. No dejes que las personas te hagan perder tu objetivo y no vivas bajo los objetivos de otros, porque la vida se te está pasando y parece que solo se reduce a contentar a los demás. No dejes que tu misma vida dependa de la agenda de otros y no esperes que otros llenen tus expectativas. Date cuenta que todos somos simples hombres que luchamos en el día a día para tratar de ser un poco mejores.
2) Impuestos: El tema de la plata es un tema complejo, porque si te empiezo a hablar podría ser que tu cabeza diga: “ya está pidiendo el Padre Luis dinero”, pero no. Solo quiero que tomes conciencia qué haces con tu dinero y que te fijes si no estás derrochando o solo manteniendo. Como diría un amigo: “si te moriste y te queda mucho dinero guardado, algo mal hiciste”. Pero hay gente que parece que si no hay materiales de por medio en su misma vida, la toma como veneno. Hay gente que vive por la plata y cree que solo su vida se reduce a ver cómo evitar impuestos o ver que comprará como algo nuevo. Lo que te recuerdo es que la vida no se compra, sino que un día más es un día menos .
3) Pez: En la antigüedad cristiana se usa la imagen del pez como parte del cristianismo y como símbolo de la providencia. Recuerdo una vez que me quedé sin dinero, literal, no tenía ni para comer. Con lo que tenía de la limosna había pagado la luz y los impuestos… y estaba a fin de mes. Me daba vergüenza hacerme invitar por alguien para ir a comer. El tema es que dije: “bueno Luis, hoy a mate y galleta, y espero que pasen un buen partido de fútbol como para entretenerme”. Lo curioso es que vino una señora tipo al mediodía y me dijo: “padre, ayer a la noche hicimos asado por mi cumpleaños, así que le traje para que pueda comer”. Era tanto que me alcanzó por tres días (con tupper incluido) y dije: “Dios siempre hace de las suyas”. Por eso confía en la providencia y recordá que todo el que trabaja merece su sustento, por tanto, de una u otra manera Dios te va a tirar un centro. Algo bueno está por venir.
1) Orar: La oración es elemental en nuestra vida, es la que nos recuerda que todos somos hijos de Dios y que necesitamos de Dios. Es ese momento de silencio y de meterte en vos mismo que te permite sanarte y encontrarte. Es la oración lo que te hace dar cuenta que nadie es más que nadie y que todos necesitamos de Dios porque, como siempre digo, “en el ajedrez y en la vida, después de terminado el juego se pone en la misma caja al rey y al peón”. Por tanto, busca tu momento de oración y trata de refugiarte en el mismo Dios que está en tu interior. Date esa oportunidad de reencontrarte con vos y con Dios.
2) Nuestro: El Padre nuestro es la oración más antigua que tenemos los cristianos y allí está la síntesis de lo que pedimos y necesitamos. Es por ello que lo rezamos varias veces al día, porque reconocemos que Dios es Padre de todos y que sabemos que necesitamos de Él para salir adelante y, por sobre todo, para que no nos deje caer en la tentación. Siempre en la vida tendremos tentaciones, no es que hay que evitarlas sino superarlas. Superar las tentaciones no pasa por aguantar y tener voluntarismo, pasa por un abandono en Cristo.
3) Pidan: No dejes de pedir a Dios lo que necesitas. Siempre digo que “Dios aprieta, no ahorca, pero te deja bien moradito”. No dejes de buscar la presencia de Dios y no dejes de pedir a Dios, porque siempre está allí, aunque a veces nos cueste verlo o entenderlo. Pedí a Dios lo que necesitas y rogale que te ayude a ver lo que realmente necesitas. Algo bueno está por venir.
1) Su campo: Tu vida es tu día y es el campo que Dios te dio para que siembres por y para tu vida. No puede ser que tu vida se convierta en un monte por descuidarla, mucho menos tu vida debe convertirse en un desierto. Tenés que sembrar y sacar frutos de tu vida y en tu vida. No puede ser que siempre comas o tengas en tu vida frutos de otros. Toda siembra implica tiempo y sacrificio. Por eso date tiempo para vos, para encontrarte en vos mismo, para saberte quién sos y dónde estás parado hoy, pero también es para enfrentarte a vos mismo y sacrificar cosas que no aportan a tu vida.
2) Cizaña: En este camino nos encontraremos con gente que genera maldad. No hay que ser siempre inocentones. Hay gente de la cual te tenés que cuidar porque puede sembrar en tu vida dolores y rencores que te pueden amargar. Recordá que la guerra es adictiva y, cuando te acostumbras a vivir entre broncas y peleas, puede que termines viviendo una vida cizañosa y constantemente buscando conflictos, guerras.
3) Crezca: Aprende a respetar el tiempo de las cosas, porque las cosas se aprenden a ver con el tiempo y a las personas las vamos conociendo con el tiempo. No te apresures a decir que tal o cual es tu amigo o amiga, y mucho menos te apresures a abrir tu corazón al primero que has conocido. Sé prudente para hablar y atento para ver y discernir a quién tenés frente a ti. Algo bueno está por venir.
1) La madre: Hay veces que buscamos el poder para contentar a nuestros cercanos. El poder, incluso en la Iglesia, como en cualquier situación o profesión, es adictivo y te hace perder el objetivo para caer en una constante manipulación, o manipular para que la gente se ate a tu persona o caiga en un simple mirar de grandeza. Del servicio al poder hay un solo paso, por eso es importante ser prudente y siempre tener en claro el por qué y el para qué actúas.
2) A mi derecha: El servicio es para servir, pero puedes pasar a servirte de los demás y, cuando uno empieza a servirse de los demás, o usa el servicio para servirse de los demás, es porque ha empezado a manipular y manejar la vida de los demás. Por eso no dejes que las ganas de mandonear o el constantemente aparecer te haga olvidar el para quién estás y el para qué trabajas. Hay personas que cuando les das poder cambian el 100%. Dale poder a una persona y verás cómo es realmente.
3) Indignaron: El poder lleva a que los apóstoles se enojen, pero es porque estos se adelantaron. Cuando hay personas que buscan el poder sucede que generan un mal clima en lo laboral y hasta en lo familiar; por eso fíjate en ser prudente y siempre medite en tu fase laboral, pero también fíjate en tomar distancia de las personas que buscan poder, porque siempre te van a querer atacar. Te lo digo por experiencia. Cuidado. Algo bueno está por venir.
1) Claro: En la vida tenemos que aprender a saber hablar y saber decir las cosas. El decir las cosas es un arte y no solo implica hablar, sino saber decir a la persona que corresponde en el momento que corresponde. No dejes que la vida se vaya con muchas cosas guardadas en tu corazón y que llegaron a amargar tu estómago. Hace un tiempo atrás enfrenté una situación que hace tiempo debía enfrentar. Tenía que decirle a este familiar mío algo que me había dolido por su actitud. Yo le había prestado dinero hace muchísimo tiempo y nunca me lo había devuelto, pero no quería decirle porque temía su reacción, hasta que se presentó la oportunidad y le dije lo que sentía y lo que me dolía. La verdad es que me sentí liberado y hasta mucho alivio me dio. Si bien no me devolvió el dinero, por lo menos me escuchó, y también yo aprendí. Es necesario saber decir las cosas y no guardarse lo que puede gestar un veneno posterior.
2) Misterio: La vida es un misterio y misterio no significa algo oscuro o algo que no lleve a la verdad, al contrario, misterio significa que es tanta luz, que de una sola mirada no se le puede conocer, porque implica un proceso y hace que sea paso a paso en el conocer. Lo mismo pasa con las cosas de tu vida, es ir aprendiendo en el día a día y el cómo proceder.
3) Cerrado: Uno muchas veces se cierra a lo nuevo, e incluso uno puede cerrarse a lo que propone Dios con tu vida y en tu vida. Conocer es profundizar y profundizar en algo o en alguien es lo que luego te puede llevar a amar. Algo bueno está por venir.
1) Distancia: Hay veces que es necesario tomar distancia de la gente para recordar la tarea de uno y saber anunciar. Es importante comprender que en el día a día nos podemos meter demasiado en un mundo acelerado, que hasta nos puede absorber. Aprende a tomar distancia en tu vida de la gente que te rodea, para que recuerdes el por qué y el para qué estás. Es muy fácil caer en un populismo existencial en donde terminas haciendo cosas para contentar a la gente y el dejarte siempre rodear. Aprende a distanciarte para ver y tener una mirada más amplia y particular.
2) Salió: La parábola comienza dándonos la clave de que es necesario salir. Tenés que salir de vos mismo y llevar lo que puede hacer bien a muchos. Aprende a salir de vos y deja de vivir encerrado en tus pensamientos, aprende a escuchar y es importante hasta comentar lo que estás viviendo. Claro que siempre es comentarlo a personas prudentes y que te respeten; pero es necesario comprenderlo, porque el cerrarte en vos mismo lleva a que en vez de convertirte en sembrador te termines empantanando en tus pensamientos.
3) Secaron: Hay cosas en tu vida que se pueden secar, hasta incluso se pueden morir en vida, porque la misma vida implica estar atento y regar tus espacio. Riega tu salud, porque se puede secar si no le das importancia, riega tus amistades porque también se pueden secar, riega tus afectos, y hasta incluso tu momento de oración. Lo que no se riega se seca y lo que no se atiende se olvida. Algo bueno está por venir.
1) Oscuro: Nos topamos con oscuridades en la vida y situaciones que no vemos en claro o no las entendemos, porque nos cuesta o hasta nos duele. Es esencial que tengas en claro que a las cosas hay que enfrentarlas, pero también hay que saber esperar, porque cuando no se ve con claridad nos podemos equivocar. Saber esperar para tomar las decisiones en momentos de claridad es la clave de una vida sana y una mente que sabe encaminar.
2) Correr: Lo que fortalece tu vida es el actuar. Es necesario comprender que son las tomas de decisiones las que te hacen ir al objetivo de tu vida. Aprende a correr por aquello que te hace bien y que te hace feliz. Aprende a vivir, pero aprende a buscar lo que realmente te ayude a hacer feliz.
3) María: Jesús siempre está en tu vida, y es por ello que nunca tienes que dejar de recordar su promesa, porque Dios siempre va a estar para acompañarte y consolarte. La presencia de Dios nunca se aleja de nosotros, aunque nosotros nos alejemos de Él. Por tanto confía, porque Dios siempre está, nunca se va a alejar de su vida. Algo bueno está por venir.
1) Reclama: Siempre la gente reclama y pide más de lo que da. El problema es cuando vos te exigís de más o buscas contentar a los demás, porque llevará a agotarte y hasta cansarte o, incluso, a desilusionarte. Me viene a la cabeza lo tristemente sucedido con el padre Matteo, un sacerdote italiano que hace pocos días se quitó la vida. Fue durísimo porque la salud mental es algo que nos afecta a todos, pero me hizo pensar que mucha gente nos toma como máquinas de sacramentos y nos exige todo el tiempo, llevándonos a perdernos en nosotros mismos. Por eso, no dejes que las exigencias de los demás te lleven a perderte de tu objetivo y de lo esencial para tu vida.
2) Tres días: Hay veces que Dios nos da cierto tiempo de sequía para aprender que Él está con nosotros. En nuestra vida tenemos que aprender a hacernos a un costado y a dejar cosas o personas de lado, para encontrarnos a nosotros y mirarse uno mismo. Hay veces que es necesario parar la pelota.
3) Convirtieron: La esencia es cambiar y ser mejor persona. Mi tarea como cura es anunciar a Jesús y no que todo el mundo me ame o aplauda. Por eso tu tarea no es contentar a todo el mundo y evitar el qué dirán. Tu tarea no pasa por ser el preferido o la preferida; sino más bien tu vida pasa por cumplir la voluntad de Dios y actuar con fe viva. Algo bueno está por venir.
Lo recibió en su casa
1) Entró: No podés quedarte en la vereda de tu vida. Aprende a meterte un poco más en vos y en tu vida. Deja de estar dando vueltas o buscando a alguien que se convierta en el resolvedor de tu historia. Es como los jugadores “si no salís a buscar la pelota, nadie te la va a regalar”. Aprende a buscar lo que te hace vivir la vida y, por sobre todo, a guerrear por tu vida. No dejes que los logros de otros paralicen tu vida.
2) Sentada: Aprender a escuchar es un arte y, por sobre, todo es comprender que las cosas se resuelven desde el escuchar y desde el analizar las cosas. No podemos ser personas arrebatadas y pasionales para con nuestras vidas. Acordate: “el que se enoja pierde”. Hay que aprender a saber calcular los tiempos y las decisiones, pero toda decisión es producto de una escucha. Escuchar para decidir y decidir desde la escucha.
3) Marta: En ella vemos a esa persona súper activa y que se dedica a los demás, pero no para sí. Es por ello que mi pregunta de hoy es: ¿qué estás haciendo por vos? Porque sino, tú hacer es solo búsqueda de complacer, y la tristeza llega cuando no obtienes lo que tanto hiciste por él o por ella. Que tú hacer sea producto de tu ser y no de tu complacer. Algo bueno está por venir.
Confabularon
1) La forma: Cuando llevas una vida auténtica y con convicciones aparecen personas que no les agrada mucho tu forma de vivir o tu mirada al vivir. Por eso, aprende a ser prudente y fíjate bien las formas de proceder. No te digo que dejes de ser o de hacer por el qué dirán, pero sí sé prudente, porque a tus espaldas actuarán. Uno por inocente cree que todos te quieren y que nadie te hará mal, pero después te das cuenta que algunos hasta investigan cómo te pueden atacar.
2) Justicia: Dios te hace justicia tarde o temprano. Pero en la vida pasamos cosas injustas, las cuales con el proceder del tiempo comprendemos que se hacen justas y lo que permite Dios lo vamos comprendiendo después, con el tiempo. Hoy proponete a entregarle a Dios todo lo que te quite paz y sueño, para que vos y Dios lo vayan resolviendo a su debido tiempo.
3) Gritar: Es necesario saber aprender a decir las cosas, porque no podés guardarte por miedo, y mucho menos callar cosas que te terminan envenenando. Es necesario saber tener el arte de saber en qué momento decir las cosas y poder asumir que son cosas que te están envenenando. Es necesario expresarlas y cuando uno las dice a su debido tiempo, puede hacerle mucho bien y hacer mucho bien. Algo bueno está por venir.
Hambre
1) Sintieron: Hay veces que, debo reconocer, los católicos o los cristianos en general nos terminamos deshumanizando. Casi que nos hacemos tan rígidos que terminamos “corriendo” a la gente si no cumplen ciertas normas. O hasta a los que nos hemos formado para curas como que nos hicieron medio militarizados; que, si al cura lo veían llorar o cansado, era como un pecado. Hasta en mi formación, algunos curas, como que me exigían que me muestre como fuerte y resuelto, y ojo con contar a un ajeno lo que pasaba. Hasta era escándalo si le contaba a una amiga porque “la mujer es tentación” y así, terminé insensibilizándome y hasta convirtiéndome un cura Tesla porque estaba robotizado más que evangelizado. Se detuvieron a enseñarme normas para cumplirlas, más que enseñarme el evangelio para vivirlas. Hoy pidamos por curas más humanos con mirada a lo sobrenatural.
2) Comer: Cuando las normas están por encima de la persona, toda religión puede caer. Y cuando la religión o tu misma vida se reduce a cumplir y a hacer, entonces, vos mismo, empezás a padecer. Porque ya no sabes quién sos, sino más bien te convertís en una máquina de hacer y de cumplir, pero la vida tarde o temprano te demuestra que a eso no te podés reducir.
3) Más grande: Jesús nos enseña que la persona es lo que importa. No podemos reducir la vida cristiana a meros cumplimientos y mucho menos a ser cristianos de primera o de segunda clase. Las cosas que nos pasan en la vida nos marcan y nuestro crecer humano son producto de esos esfuerzos y luchas con mirada sobrenatural. No dejes de mirar tu vida como un regalo de Dios para no caer en un mero cumplir reglamentos para Dios. Dios es mucho más que un reglamento. Algo bueno está por venir.
Agobiados
1) Afligidos: Este texto del evangelio me tocó muy de cerca en un momento muy difícil de mis estudios en el seminario, cuando llegué a dudar si realmente era un llamado esto del sacerdocio para mi vida o era todo inventado por mí, por mi cabeza. Recuerdo que fui a hablar con un sacerdote pidiéndole luces, porque me sentía aniquilado. Sus palabras fueron: “mira los signos de tu pasado”. Y aprendí que en la vida lo que hago hoy son con cosas encadenadas con cosas del pasado. Tenés que ver todos los capítulos de tu vida y no quedarte con el drama de este día . Aprende a ver el todo y a leer ese todo de tu vida, porque lo que te toca vivir hoy muchas veces es producto de decisiones pasadas y de golpes enfrentados.
2) Aliviar: Aprende a saber que la fe y la religión alimentan tu espiritualidad y no tan solo tu institucionalidad. Hay veces que creemos que para tener un alivio de Dios, necesitamos ciertos ritos y normas que solo nos generan más presión. Hoy Jesús quiere aliviarte, porque para Él sos importante, y nunca olvides que sos hijo de Dios. Aprende a buscar en la fe y en la oración el alivio del corazón.
3) Paciente: La paciencia yo la defino como la unión de la “paz” y la “ciencia”. Que es actuar con paz de corazón y con la ciencia para tener la capacidad de decidir y discernir en mi vida cada acción. Por ello aprende a calmarte y a saber decidir, que ser paciente no es ser una persona quieta sin actuar. Ser paciente es ser una persona con prudencia para saber en qué momento actuar. Algo bueno está por venir.
Te alabamos Señor
1) Pequeños: Cuántas cosas lindas tiene tu vida, pero hay veces que lo valoramos o lo creemos cuando lo perdemos. Alguna vez me tocó visitar en terapia a un amigo que me dijo: “en esta cama me doy cuenta lo hermoso que es caminar”. Me quedé pensando cuántas cosas valoramos cuando ya no las tenemos. Valora las cosas pequeñas y los esfuerzos de cada momento, porque todo tiene un por qué y un para qué. Sos vos quien hace de cada situación un extraordinario momento.
2) Padre: El tiempo es sabio y uno va comprendiendo las cosas a su momento. Las lágrimas de tu pasado puede que sean los riesgos de tus éxitos de este momento, pero es necesario saber asumir que todo se toma a su debido momento. Hay cosas que uno no las entiende en el momento, pero con el tiempo comprendes esos dolorosos sucesos. Lo que no te mata, te fortalece.
3) Conocer: Creo que en la vida uno va aprendiendo a conocerlo a Dios y conocer qué es lo que debe dejar de lado y a qué cosas debe aferrarse en cada momento o situación. Son las cosas más simples y sencillas, como situaciones que marcan la vida, lo que te hace una persona experimentada de la vida. La fama y el dinero pasan, pero lo único que queda, si cultivaste bien, es la gracia y la familia. No dejes de cultivar tu espiritualidad y tu familia que son las dos cosas que te ayudarán a salir en el día a día. Algo bueno está por venir.
¡Ay de mí!
1) Recriminar: En algún momento la vida, y Dios mismo, nos recriminarán por las cosas que hacemos o por las decisiones que no hemos tomado, porque Él también actúa y nos recriminará. Las oportunidades en la vida aparecen, pero también nos recrimina la vida cuando, ante las oportunidades, tus decisiones desaparecen, por encapricharte a un sueño o a una cerrazón en tu mente.
2) Milagros: Tu misma vida es un milagro, hasta me animaría a que pienses cuántos milagros ves en el día. Te aseguro que son muchísimos, desde levantarte y tender la cama hasta poder caminar, comer y dormir. Hay veces que, por tratar de ser buscador de lo extraordinario, terminas olvidándote de las cosas lindas que hay en lo ordinario. Aprende a saber que lo extraordinario de la vida es valorar lo ordinario de cada día.
3) Rigurosamente: Tenés todo para ser feliz, menos vos mismo. Muchas veces no valoramos lo que tenemos. Tenés tantas cosas, y no las valoras. Tenés tantas personas que están a tu alrededor, y no las valoras. Por eso te autoexigís o simplemente te cerrás a una meta y no te abrís a lo que Dios capaz te quiera sugerir o dar. No dejes que en la vida todo se reduzca a tu persona. Aprende a ver en el otro las cosas, que el mismo Dios quiere llenarte de su misericordia. Algo bueno está por venir.
La paz
1) Traer: Para que haya paz en tu corazón muchas veces tienes que pasar por guerras y situaciones duras o difíciles, incluso momentos que se hacen muy oscuros, pero es parte del logro de una paz madura. Porque el dejar todo así, nomás, y el “mejor evitar conflicto” puede llevarte a una paz ficticia que tarde o temprano te asfixia. Hoy mira tu vida y fíjate si realmente es conveniente dar un paso para vivir una paz madura, más que la que crees que vives hoy en día.
2) Cruz: Hay que saber tomar la cruz y no crearse más cruces que la que uno debe llevar. Con el tiempo te vas dando cuenta que hay cruces que son parte de tu vida y otras cruces que buscas para tu vida. No andes buscando cruces que no te corresponden, y hasta el mismo Cireneo ayudó a llevar la cruz hasta cierta parte. Sé responsable de tu cruz y no de la cruz de tus alrededores.
3) Recompensa: Dios nunca te suelta la mano, soy testigo de ello. Siempre aparece alguien para ayudarte y darte una mano en la vida. Recuerdo hace tiempo atrás que pinché rueda en pleno campo camino a las montañas. Encima, no tenía auxilio porque me habían robado el rodado (en fin, vivo en Tucumán…) En medio de la nada y sin señal, me agarró la desesperación y me puse a rezar. De la nada misma, apareció un hombre en su camioneta casi ya oxidada, pero con un gran corazón. No sé cómo apareció de la nada, pero me llevó y hasta me solucionó el problema. Recuerdo su frase hasta el día de hoy: “No se preocupe padre que sus oraciones llegan”. Por eso, no te preocupes, que Dios te ayuda cuando haces las cosas de corazón. Soy testigo de ello. Algo bueno está por venir.