Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
No hace falta ser economista para percibir que mucha gente sigue siendo pesimista y cautelosa sobre las perspectivas económicas. Pero, mientras tanto, índices bursátiles como el S&P 500 han alcanzado nuevos máximos históricos. Y con cada nuevo récord, comienza un nuevo coro: «esto debe ser el techo» o «se avecina una caída».
Es un temor natural. Al fin y al cabo, se nos ha enseñado que los mercados son cíclicos. Una gráfica al alza inspira codicia en algunos, pero temor en muchos, el temor a quedarse atrapados en lo alto cuando el suelo se derrumba...
Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
Hoy en día es habitual escuchar que Occidente, liderado por Estados Unidos, se encuentra en una fase de declive relativo. Desde el estancamiento político en Washington hasta la recesión económica en algunas partes de Europa, pasando por el auge de los BRICS y los mercados emergentes, se ha puesto de moda decir que el futuro está en otra parte.
Sin embargo, seguimos siendo optimistas con respecto a Occidente. Y los recientes acontecimientos geopolíticos nos recuerdan de forma contundente por qué. El campo de batalla, por muy sombrío que sea, a menudo revela dónde reside el poder real. Y lo que hemos visto en los conflictos recientes, especialmente en Oriente Medio, es que la tecnología occidental sigue dominando. Para los inversores, eso significa una cosa: Occidente debe seguir siendo el núcleo de su cartera de inversiones global...
Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
La historia de este año ha sido el rendimiento superior de los mercados bursátiles mundiales con respecto a los estadounidenses. Sin embargo, recientemente, el mercado estadounidense ha ido ganando terreno, gracias en gran parte a los sospechosos habituales: las grandes tecnológicas.
Desde principios de mayo, el mercado bursátil estadounidense (medido por el índice S&P 500) ha subido alrededor de un 7 %. La mayor parte de esas ganancias provienen de solo siete de las mayores empresas tecnológicas. Estas empresas han sumado la asombrosa cifra de 2,4 billones de dólares en valor en poco más de un mes.
Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.