DÍA DIEZ
PENSANDO EN MI PROPÓSITO
Punto de reflexión: El corazón de la adoración es la rendición y la entrega. Versículo para recordar: “Entréguense por completo a Dios... para sus buenos
propósitos”. Romanos 6:13 (BAD)
Pregunta para considerar: ¿Hay alguna parte de mi vida que no le haya entregado a Dios?
DÍA NUEVE
PENSANDO EN MI PROPÓSITO
Punto de reflexión: Dios sonríe cuando confío en Él.
Versículo para recordar: “El Señor se complace en los que lo adoran y confían en su
amor”.
Salmos 147:11 (PAR)
Pregunta para considerar: Puesto que Dios sabe qué es lo mejor para mí, ¿en qué áreas de mi vida es que más necesito confiar en Él?
Punto de reflexión: Fui planeado para agradar a Dios.
Versículo para recordar: “Porque el Señor se complace en su pueblo”.
Salmos 149:4a (NVI)
Pregunta para considerar: ¿Qué puedo comenzar a hacer como si lo hiciera
directamente para Jesús?
DÍA SIETE
PENSANDO EN MI PROPÓSITO
Punto de reflexión: Todo es para Él.
Versículo para recordar: “Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas. A Él sea la
gloria para siempre”. Romanos 11:36 (LBLA)
Pregunta para considerar: ¿Dónde puedo estar más consciente de la gloria de Dios en mi diario vivir?
DÍA SEIS
PENSANDO EN MI PROPÓSITO
Punto de reflexión: Este mundo no es mi hogar.
Versículo para recordar: “Así que no nos fijamos en lo visible sino en lo invisible, ya que
lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno”.
2o Corintios 4:18 (NVI)
Pregunta para considerar: ¿Cómo debería cambiar mi manera de vivir hoy, el hecho de
que la vida en la tierra es sólo una asignación temporal?
DÍA CINCO
PENSANDO EN MI PROPÓSITO
Punto de reflexión: La vida es una prueba y un fideicomiso.
Versículo para recordar: “El que es honesto en lo poco, también lo será en lo mucho”.
Lucas 16:10 (NVI)
Pregunta para considerar: ¿Qué me ha ocurrido recientemente que ahora veo que era
una prueba de Dios? ¿Cuáles son las cosas más grandes que Dios me ha confiado?
DÍA CUATRO
PENSANDO EN MI PROPÓSITO
Punto de reflexión: La vida es mucho más que vivir el momento.
Versículo para recordar: “El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la
voluntad de Dios permanece para siempre”. 1o Juan 2:17 (NVI)
Pregunta para considerar: Ya que fui creado para vivir para siempre, ¿qué debería dejar de hacer, y qué debiera comenzar a hacer hoy?
Una vida con proposito Rick Warren día #3
Vi además que tanto el afán como el éxito en la vida despiertan envidias. Eclesiastés 4:4 (NVI)
Una vida con proposito día 2
Yo soy tu Creador.
Te cuidé aun antes de que nacieras. Isaías 44:2 (PAR)
Devocional 40 dias. Dia 1
Génesis 48:1-11 Al oír que Jacob está enfermo de muerte, va a verle con sus dos hijos Manasés y Efraín. Jacob declara que son suyos los hijos de José y recuerda a su esposa Raquel que fue sepultada en el camino de Efrata. Jacob señala que no pensaba ver más el rostro de José, pero Dios le ha dejado ver también a su descendencia, y les bendice.
Génesis 47:23-31 José entrega semilla al pueblo para sembrar en la tierra; la quinta parte de los frutos será para el faraón, pero el resto será para su manutención. El pueblo de Israel se aumenta y se multiplica en gran manera en la tierra de Gosén. Ya cerca de su muerte, Jacob llama a José y le pide que le asegure con juramentos que no será sepultado en Egipto, sino en el sepulcro de sus padres.
Génesis 47:13-22 Crece la sequía y desfallece de hambre la tierra de Egipto y la tierra de Canaán. José vende los alimentos, recaudando todo el dinero de Egipto y Canaán para el faraón. Cuando se acaba el dinero, el pueblo lleva a José los animales de su ganado y sus tierras. Solo los sacerdotes no venden su tierra por cuanto reciben trigo del faraón.
Génesis 45:16-28 La noticia del encuentro de José con sus hermanos agrada al faraón y a sus siervos. El faraón manda carros para traer al padre de José. José le da vestidos nuevos a cada hermano, especialmente a Benjamín. Al volver a Canaán, los hermanos cuentan a su padre que José está con vida y que es el gobernador de Egipto.
Génesis 45:1-15. No pudiendo contenerse más delante de sus hermanos, José se da a conocer. Sus hermanos quedan turbados, sin poder responder; y José los tranquiliza, diciendo que fue Dios quien lo envió antes a Egipto para salvar sus vidas. Y sugiere volver con su padre y vivir en Egipto, por cuanto quedan todavía algunos años de sequía. José y sus hermanos se abrazan y lloran juntos.
Génesis 42:18-25. José sugiere que solo uno de ellos quede preso y manda al resto a llevar los alimen- tos para remediar el hambre de su familia. Traerán consigo a su hermano menor. Los hermanos se sienten culpables por el pecado cometido contra José. José sale a llorar, y al volver manda a Simeón a prisión. Después de mandar a colocar el dinero en el costal, les pide retornar a Canaán.
Génesis 42:1-17. Jacob manda a sus hijos a Egipto a comprar alimentos, exceptuando a Benjamín. Ellos se postran delante del gobernador de Egipto, a cargo de la venta de granos. José los acusa de ser asaltantes, mientras que ellos declaran que son hijos de un mismo padre y que tienen a su hermano menor en Canaán. José les manda a traer a su hermano menor para declarar la verdad.
Génesis 39:1-10 Potifar, capitán de la guardia del faraón, compra a José como esclavo. Viendo cómo Dios está con José y lo prospera, Potifar lo hace mayordomo de su casa y deja en sus manos todos sus bienes. Dios bendice la casa del egipcio. La esposa de Potifar tienta a José, quien se niega a caer en pecado contra Dios.
Génesis 37:25-36
Los hermanos de José ven a unos comerciantes en dirección a Egipto y toman el consejo de Judá. En lugar de matarlo, lo venden por 20 piezas de plata. Luego, llevan a su padre la túnica de colores de José, teñida con sangre de cabrito. Jacob llora la muerte de su hijo, creyendo que ha sido despedazado por alguna bestia. José es vendido a Potifar, capitán de la guardia del faraón.
José busca a sus hermanos en Siquem en vano; oye que se han ido a Dotán y se dirige hacia dicha ciudad. Sus hermanos ven venir a José de lejos, y conspiran contra su vida. Rubén sugiere no matarle, sino echarlo en una cisterna. Ellos le quitan a José su túnica de colores y lo tiran a una cisterna que está vacía y sin agua.