Bajar los costos de producción agrícola no es solo una cuestión de ahorrar, sino de tomar decisiones estratégicas. Desde el uso eficiente de recursos hasta la adopción de tecnologías adecuadas, cada acción cuenta para mejorar la rentabilidad sin comprometer la calidad ni el rendimiento.
Muchos productores buscan reducir gastos, pero pocos analizan en profundidad dónde está el verdadero margen de mejora. Identificar los costos invisibles, optimizar procesos y replantear prácticas tradicionales puede marcar una diferencia clave en un negocio donde cada peso cuenta.
En esta ocasión tuve la oportunidad de entrevistar a Rubén Soto, quien actualmente se desempeña como director general de Ridder México. Esta empresa ofrece soluciones tecnológicas bien interesantes, por lo que la conversación se centró justamente en las cuestiones tecnológicas de la agricultura.
Durante la conversación, Rubén nos da sus puntos de vista sobre la importancia de la tecnificación en la producción agrícola, así como las limitantes y oportunidades que actualmente ve desde su posición. Por supuesto, nos comenta las soluciones que ofrecen en su empresa.
En la mayoría de los sectores, las tendencias comerciales se propagan con rapidez. Un producto nuevo puede conquistar el mercado en semanas, gracias a la viralidad digital o el deseo de novedad. Sin embargo, en el sector agrícola esto nunca ocurre, y la resistencia al cambio es notable.
Esto se debe a que la agricultura responde a otras prioridades. Las decisiones se toman con base en experiencia, clima, suelo y rentabilidad. No hay espacio para modas efímeras. Lo que funciona, se mantiene. Lo que no ha demostrado resultados claros, simplemente no entra en el campo.
En muchos rincones del campo mexicano, la falta de asesoría técnica especializada es evidente. Sin extensionistas agrícolas, los productores enfrentan retos sin guía profesional. Esto limita el uso eficiente de recursos, reduce la productividad y frena la adopción de tecnologías que podrían mejorar los cultivos y su rentabilidad.
El extensionismo agrícola fue clave para acompañar al productor en decisiones técnicas y de manejo. Su ausencia no solo impacta la producción, también afecta la sostenibilidad y la seguridad alimentaria. Recuperar esta figura es urgente para impulsar el conocimiento en el campo y asegurar un futuro agrícola más competitivo.
En el agro, solemos idealizar al agricultor como héroe incansable, pero detrás de esa imagen hay una realidad más compleja. Muchos trabajan por necesidad, no por vocación. La agricultura exige decisiones duras, enfrenta riesgos constantes y está lejos de ser una actividad romántica.
Romantizar su labor puede invisibilizar los retos reales: escasez de agua, precios volátiles, y poca recompensa para quienes cuidan los recursos. En lugar de generalizar, es momento de distinguir a quienes sí lo hacen bien, y exigir políticas públicas que reconozcan su verdadero impacto.
Platiqué con Celeste Molgado en torno a la importancia de los seguros agropecuarios como herramienta para reducir riesgos en el campo. Celeste nos comparte su experiencia ofreciendo soluciones adaptadas a productores, abordando desde coberturas específicas hasta procesos de diagnóstico y selección personalizada de aseguradoras.
También nos habló sobre los retos que impiden una mayor adopción del seguro en el agro mexicano, así como las ventajas adicionales de las fianzas. Por supuesto, nos comentó casos en los cuales el seguro agrícola fue la diferencia para un agricultor.
Durante décadas, los gobiernos mexicanos han oscilado entre apoyar solo a los grandes agroexportadores o solo a los pequeños productores de autoconsumo, sin lograr un equilibrio. Esta visión polarizada ha dejado a miles de agricultores fuera del sistema, cuando ambos sectores son fundamentales para el país.
Los agroexportadores generan divisas y empleo, pero los pequeños productores sostienen nuestra soberanía alimentaria. No son rivales, sino piezas complementarias de un mismo sistema. El verdadero abandono no está en los apoyos, sino en la falta de una política agrícola integral, diversa y técnicamente bien asesorada.
En esta entrevista con David Huitrón, Brand Manager de 333 México, exploramos la situación actual de la producción porcina en México. David aborda desafíos como costos, competitividad y regulaciones sanitarias, además de otros puntos clave para mejorar la percepción del consumo de carne de cerdo en el país.
También hablamos sobre las oportunidades que ofrecen las exportaciones, el papel de la tecnología en la modernización del sector y las tendencias clave que marcarán el futuro de la industria porcina. El objetivo es ofrecer una visión integral con base en la experiencia profesional de Huitrón.¿
La invisibilidad es uno de los mayores obstáculos para las empresas agrícolas. No basta con ofrecer productos de calidad si nadie sabe que existen. Muchas veces, el problema no está en lo que producen, sino en su capacidad para comunicarlo y posicionarse en el mercado.
Para vender más, necesitan hacerse visibles. Esto implica trabajar en su identidad, contar su historia, mostrar cómo producen y qué los hace diferentes. Visibilidad no es solo presencia digital: es crear confianza, generar conversación y estar en la mente del comprador cuando llega el momento de decidir.
En este episodio les presento la entrevista que le hice a Moisés Moreno, del equipo de marketing de AMVAC. Durante la conversación Moisés nos presenta las bases detrás de su iniciativa Smart Soil, un iniciativa bien interesante con la cual la empresa busca impulsar la regeneración del suelo.
Una empresa puede equilibrar su cartera combinando agroquímicos convencionales con productos regenerativos como bioestimulantes o biocontroladores. La clave está en ofrecer soluciones integradas, construir una narrativa coherente y capacitar al equipo técnico y comercial para acompañar al productor.
El agro digitaliza cada vez más información, desde suelos hasta rendimientos, pero solo una pequeña parte del sector usa tecnologías avanzadas. Esta revolución, impulsada por sensores, drones y apps, ofrece enormes beneficios, pero plantea una pregunta clave: ¿quién es dueño de los datos generados en el campo?
En América Latina, no hay leyes claras al respecto, lo que deja a los agricultores en desventaja. La acumulación de datos puede volverse acumulación de poder. Para que el ecosistema digital sea justo, se necesita confianza basada en reglas claras, ética y regulación estatal que garantice soberanía y transparencia en el uso de la información agrícola.
Durante décadas, América Latina apostó por exportar lo más rentable y dejar de producir lo esencial. La lógica era clara: vender caro, importar barato. Pero el mundo cambió. Hoy, la autosuficiencia alimentaria y la seguridad estratégica pesan más que las ganancias inmediatas.
En este nuevo orden global, depender de otros para lo básico es una vulnerabilidad. Mientras los países desarrollados cierran filas y priorizan lo propio, las naciones proveedoras enfrentan riesgos crecientes. Replantear qué y para quién producimos ya no es una opción económica, sino una decisión geopolítica urgente.
En esta entrevista, Ricardo Morales, director de AgroDer, comparte su trayectoria y analiza la urgencia de acelerar la producción agrícola sostenible. Destaca cómo la innovación tecnológica, las estrategias de manejo responsable y el acceso equitativo a prácticas regenerativas pueden transformar el futuro del campo.
Además, se abordan los principales obstáculos para lograr sostenibilidad, desde políticas públicas hasta indicadores de medición eficaces. Ricardo también presenta la propuesta de valor de AgroDer, reflexionando sobre el papel de los agricultores y la necesidad de una transición consciente hacia sistemas más resilientes y productivos.
El cambio climático y la sequía son problemas urgentes que captan la atención mundial. Sin embargo, su gravedad también está sirviendo para ocultar otras crisis ambientales y sociales que afectan de forma silenciosa a distintas regiones. La complejidad de estos fenómenos exige un análisis más profundo.
Mientras los recursos se enfocan en mitigar los efectos visibles de la sequía y el calentamiento global, temas como la pérdida de biodiversidad, el agotamiento de acuíferos y la desigualdad en el acceso al agua quedan relegados. Esta distracción puede agravar escenarios que ya son extremadamente frágiles.
Las habilidades blandas son esenciales para alcanzar el éxito profesional en el sector agrícola. Más allá de la preparación técnica, competencias como la comunicación, el liderazgo y la inteligencia emocional marcan la diferencia en un mercado cada vez más competitivo y cambiante.
Sobre este tema conversé con Rubén Hermosillo, director de Agrosalix, quien nos explica por qué el dominio de las habilidades blandas es crucial para emprender, crecer profesionalmente y construir relaciones sólidas en el agro. También analizamos cómo desarrollar dichas capacidades.
Estados Unidos anunció un arancel del 20.91% al tomate mexicano, que entraría en vigor el 14 de julio si se rompe el Acuerdo de suspensión de 2019. Aunque ciertos tomates industriales quedarían exentos, la medida amenaza con encarecer el producto y causar pérdidas millonarias.
La industria mexicana no incurre en dumping; su ventaja radica en menores costos por clima favorable y mano de obra más barata. El conflicto tiene fondo político: Florida no cubre la demanda nacional, pero su lobby influye en decisiones. El tomate es estratégico, y el arancel parece más táctica que solución real.
El sistema agroalimentario actual parece estar diseñado bajo una lógica contradictoria: si a todos los productores les va bien, los precios caen y, paradójicamente, todos pierden. Una buena temporada general puede traducirse en sobreoferta, lo que desploma los precios y perjudica a agricultores y comercializadores por igual.
En cambio, cuando una región sufre por sequías, plagas o conflictos, otras se benefician al aprovechar la escasez para vender más y a mejor precio. Esta dinámica, profundamente arraigada en el sistema capitalista, ha normalizado desigualdades estructurales donde el éxito de unos depende de la desgracia de otros.
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Platiqué con Macedonio Arteaga, fundador de la empresa Prodeni, quien nos ofrece su punto de vista sobre el impacto que pueden generar los aranceles del gobierno estadounidense al sector agrícola en Michoacán, pues este estado se caracteriza por una vocación mayoritariamente agrícola.
Durante la conversación, Macedonio nos cuenta que, incluso ahora mismo, ya se están sufriendo los primeros impactos, y que la incertidumbre del sector puede llevar a la toma de decisiones poco adecuada. Así mismo, nos cuenta lo que, en su opinión, debemos hacer para evitar ser víctimas de decisiones políticas.
Junto con mi amigo Tonatiuh Quiñones, del podcast Agronauta, hablamos sobre cómo nos fue en el Greentech Americas 2025. Cada uno fuimos con un objetivo distinto a este evento, que reúne al sector más tecnificado de la agricultura mexicana, por lo que quise comparar nuestras impresiones.
Al final de cuentas, cada uno habla dependiendo de cómo le fue en la feria. Por ejemplo, hay quien me dijo que el siguiente año no pondrá stand, porque no le fue tan bien; mientras que otros me dijeron que no pueden no tener stand en este evento, porque es el evento que más ventas les representa en el año.
Platiqué con Víctor Olivares, sobre un tema que suele ser bastante ajeno al agro, pero que resulta fundamental para el desarrollo de agronegocios que quieren aumentar su rentabilidad: campañas pagadas en redes sociales, con el objetivo de impulsar el reconocimiento de marca.
Así mismo, platicamos sobre otro tema de índole digital, la automatización de procesos. Actualmente existen muchas herramientas, gratuitas o de bajo costo, que los agronegocios pueden utilizar para automatizar ciertos procesos, ganando eficiencia en cada uno de ellos.