La fe es una fuerza poderosa que nos impulsa a seguir adelante, incluso cuando el camino se torna incierto. A lo largo de la historia, innumerables personas han encontrado en la fe el valor para enfrentar desafíos aparentemente insuperables.
Sí, es normal sentirse perdido.
La vida no siempre sigue un camino recto, y a veces, no tener todas las respuestas es parte del proceso de crecimiento.
Estar perdido no significa estar detenido; significa que estás explorando, aprendiendo y buscando tu propio rumbo.
Confía en ti, en tu intuición y en el tiempo. Eventualmente, cada paso que des te llevará a donde debes estar.