A veces soltar es un desgarro!!!
Mi carta a Dios Ensayo poético Quiero escribirte una carta y no sé por dónde empezar. Primero, porque creo que nunca la leerás, y eso me hace sentir estúpido. Segundo, porque me han dicho tantas veces que soy una abominación para ti, que he terminado creyéndolo. Podría seguir escribiendo motivos, pero al final será lo mismo: un poco de todo lo que he escuchado que es correcto. Y eso limita mi manera de poder hablarte, si existes. No puedo imaginar un lugar donde no estés, aunque luche contra mi propia creencia en ti. Es que te has vuelto un vicio, una necesidad sembrada en lo más profundo de mis átomos. Eres una droga con el peor de los síndromes de abstinencia. Y por la noche, cuando cierro los ojos, apareces como una sombra o una luz en mi mente, acostumbrada a tu presencia y a tu ausencia. Porque supongo que eso es tu omnipresencia. Supongo que eso es ser Dios: un ser que puede hablarlo todo y elige el peor de los lenguajes. Ese que se logra en la interpretación imperfecta de mi mente viciada, incapaz de imaginar algo que jamás vio, y que al hacerlo solo logra armar un Frankenstein, una manta de cuadros con retazos de telas como las hacía mi bisabuela, mi abuela y mi madre.
¿Qué pasa cuando no se trata de soltar, sino que hemos sido soltados?
¿Quién soy en esta sombra final?
Un eco constante,
un abismo mental.
Sucesos extraños,
velos de confusión,
La lógica se quiebra,
no hay explicación.
¿Qué es real en esta niebla sin color?
¿Qué es real en esta niebla?
¿es real el color?
¿es esto una niebla?
la mente engendra el horror
Lo pare
Lo levanta
Lo bautiza
Lo redime
Dudas persistentes,
Dementes
como el mal,
Se retuercen en esta mente mortal
Soy trapecista de lo incierto,
mi alma se desgarra,
En mundos ocultos donde la cordura se encierra en manicomios.
Realidades que sangran tras un cristal helado,
Secretos que susurran un pasado olvidado en el insomnio
¿Qué es real en esta niebla sin color?
¿Qué es real en esta niebla?
¿es real el color?
¿es esto una niebla?
la mente engendra el horror
Lo pare
Lo levanta
Lo bautiza
Lo redime
Dudas persistentes,
Dementes
como el mal,
Se retuercen en esta mente mortal
La locura me acecha con garras de animal infernal,
Mis miedos se levantan,
los susurros
la duda letal.
Voces en la noche,
Voces
Voces
Voces
Mil voces
profecías de dolor
que debo callar
las tristezas en los ojos
en las bocas
en el temblor de las manos
el terror
el horror
las pesadillas
el pasado
el futuro
la línea frágil que los divide del presente
explota mi cabeza
explota
explota
explota
explota
mi pulso es un tren bala
que desafía la gravedad y rompe el sonido
rompe la realidad
rompe y rompe
y queda esta sombra que soy
esto que soy
esto que gravita
esto que se cuece
que sangra
que defeca
que tiembla
esto
esto
¿es una sombra?
¿que es esto que soy?
esto que se pasea en las posibilidades del tiempo
en las realidades infinitas y posibles
quienes son las sombras al lado de mi cama
las alas que a veces me cubren de las balas
quien es ese que puso sobre mis manos el azul del fuego
quien quitó la fobia de las arañas
como si me debiera un favor
o para que debiera un favor
no termino de armar el puzle
de descifrar el acertijo
de entender los engendros que aparecen antes
de ser fecundados
los niños que ríen y me hablan desde el vientre
sano o creo que sano
tengo un poder extrañon mis manos
en mis ojos
en mi mente que desde niño mira por los cristales fragmentados
donde Dios y el diablo
disputan por este cuerpo
por esta alma
por este ser que solo
quiere estar tranquilo
sobre los brazos de su amante
otro monstruo
otra alma rota
otros vacíos
yo
la sombra
yo la niebla
yo el fuego
yo la locura
yo la cordura
yo y mis voces
yo y yoooooo
Soltar no es un simple salto al vacío
Siempre he hablado de sujetar o de soltar, y lo he hecho muchas veces desde el dolor del otro, desde esa mirada que ve la paja en el ojo ajeno. He dicho que aferrarnos a cosas que no quieren permanecer es falta de amor propio.
Hoy entiendo que soltar es desgarrador, es como si parte de ti se fuera con aquello que debes dejar ir. Entonces vuelves a sujetar, aunque eso signifique perder tu centro y tu equilibrio.
Soltar no es sanar, soltar es aniquilarse, mutilarse, es un suicidio del que no sabemos si renaceremos como el ave fénix, como todos dicen.
Es que a veces los demás vemos el soltar como algo ajeno, algo externo, aparte, algo que solo está ahí porque no lo dejamos ir.
Es hora de levar el ancla
de izar la vela sujetando al viento
para no ir a la deriva
es el turno del hombre que se ha ido construyendo de golpe en golpe
Poema: Vacíos
Libro: Poemas Malditos y otros apócrifos
Escritor: Luis Pabón
Hay vínculos ligados a la conciencia, lazos que la sangre establece sin pedir permiso, sin preguntar simplemente una baraja del destino te pone justo ahí en el líquido seminal y el ovario; los dos excitados por razones y situaciones que de momento no entendemos, pero que generan el Bing ban, o la explosión orgásmica que nos deja ahí, a nueve meses de un mundo que nunca alcanzaremos a descubrir.
Aquí un pensamiento sobre la necesidad que tenemos de venerar las cosas que creamos, que destruimos y divinizamos...