Los datos de actividad están empezando a mostrar una realidad más compleja. La inflación viene muy bien, pero la economía está más fría de lo que se esperaba. Nada muy grave, pero la sociedad empieza a tener una prioridad algo distinta que la del gobierno. Las autoridades quizás tengan que alterar su mix de política. Mientras tanto la potencial condena a CFK sacude a la política. Quizás no le convenga electoralmente al gobierno, pero sí a las instituciones.
La Argentina colocó un bono en el mercado internacional, pero en pesos. Equivale a haber comprado reservas en el mercado, sin distorsionar los precios. Una movida inteligente. La cuenta corriente sigue chorreando números rojos, pero abril no es representativo. La inflacion cerró mayo bien, la actividad mejora, pero ya no es "V". Se viene la recaudación y nos vamos poniendo de a poco en modo electoral.
Se lanzó “tus dólares tu decisión”. No fluirán tantos dólares, pero el relajamiento de controles, algunos ridiculos, será beneficioso. El gobierno deberá demostrar que aún podrá monitorear operaciones sospechosas. La inflación de mayo viene muy bien, la actividad de marzo fue más floja que lo que se pensaba. El crecimiento vuelve, pero más suave.
El gobierno coronó una buena semana en la economía con la victoria de Adorni en CABA. La inflación para abajo en abril y más todavía en mayo. Pero falta un montón. La inflación nucleo se resiste a bajar. Buenos datos fiscales y el dólar tranquilo. Ahora lo importante es que frente a esta victoria el gobierno encare el resto del año electoral con los pies sobre la tierra.
El dólar bajó de la mano de una fuerte baja en los futuros que luego revirtió parcialmente. Sigue el push para que el gobierno compre reservas. Tiene sentido porque es el costado más debil. El gobierno dice: primero aseguramos la inflación y busca que el verde siga bajando con un guiño al mercado financiero. Corolario: paciencia. Puede darse, pero no inmediatamente. Los datos de marzo fueron algo más flojos de lo previsto, pero abril se confirma con más onda.
La inflación de abril arrojará un número mejor que el de marzo y mayo no parece venir complicado. La actividad había aflojado en marzo, pero en abril los primeros datos dan cuenta de una mejora. La discusión técnica entre economistas versa sobre si hay que comprar dólares dentro de la banda o no. Quizas en el muy corto plazo haya que tenerle paciencia al gobierno en su objetivo de bajar la inflación. Pero luego de unas semanas quizás la presión sea más alta.
El dólar parece haberse estabilizado en la mitad inferior de la banda cambiaria. Pero tiene su volatilidad y los agentes económicos tendrán que acostumbrarse luego de más de 5 años de cepo. El Central paga dividendos y ahora tendrá una herramienta más para manejar política monetaria. Todo parece indicar que buscarán una tasa baja, aunque eso desincentive el ingreso de dólares y financieros y no se llegue al piso de la banda. La prioridad parece ser la inflación por sobre la acumulación de reservas. Los números de febrero fueron muy buenos.
La apertura del cepo salió bien. El dólar oficial subió poco. La brecha se cerró y el gobierno consiguió su objetivo. La inflación no se disparará. Pero las autoridades no corrieron riesgos y usaron toda la retórica posible para frenar nuevas listas de precios. No hay segunda oportunidad para la primera impresión. El presi salió con los tapones de punta contra colegas buscando ganar una batalla afuera del círculo rojo. La moderación no está de moda. Lo fiscal sigue en órden. La inflación más alta ayudó a que el gasto vuelva a bajar.
El gobierno se sacó de emcima a ese faraón llamado cepo. Una movida audaz que va en la dirección correcta. El modelo anterior se había quedado sin nafta y ahora con dinero del FMI y otros de respaldo, los riesgos de salir son más acotados. Habrá costos como una inflación temporariamete más alta y quizas algo menos de crecimiento. Pero podrá abrir el terreno a más inversiones y el tipo de cambio seguramente quedará en un lugar mejor que antes. No lo vemos estructuralmente cerca de ninguno de los límites de la banda. Se cumplieron 2 de los 3 hitos de este año. Faltan las elecciones.
El acuerdo con el Fondo entró en trabajo de parto. Faltan los últimos pujos al parecer. Son 20.000 totales, unos 6 mil nuevos pero el desembolso inicial podría ser mucho más grande. Falta saber si el gobierno consigue seguir con su plan A que parece ser levantar el cepo post elecciones. El timing no se manejó bien y el Banco Central perdió muchas reservas. Pero los fundamentos de la economía siguen siendo buenos. La economía crece, el superávit fiscal está y el déficit externo no está fuera de control. Recuperar la confianza va a hacer toda la diferencia en este contexto.
El Banco Central vendió más de 1.000 millones. El mercado está ansioso porque cree que puede haber cambios en la forma de administrar el tipo de cambio. No es obvio que ocurra. Mientras tanto vuelan cifras sobre el programa con el FMI y el gobierno pasa de la inminencia a mitad de abril. Los fundamentos de la economía están bien. Aunque el libra gate y otras cosas le pegaron a la imagen del gobierno, hubo capacidad para maniobras politicas. Y Cristina se quedó sin Visa pero con pasaporte para victimizarse.
La semana estuvo rara en la economía y la polítca. Los rumores sobre cambios en los parámetros cambiarios post acuerdo con el FMI llevaro a que el BCRA venda muchos dólares. En la política la marcha bizarra de jubilados y barrabravas dejó imágenes lamentables. La oposición difícilmente recupere con esto, pero las peleas (a piñas y casi mechas) adentro del congreso tampoco lucen bonito. A todo esto la inflación subió un poco, pero nada grave.
Los números de enero y febrero fueron disversos. Algunos datos sorprendieron negativamente, pero otros siguen mostrando buen crecimiento. La recuperación se modera y alcanza para un 5.5-6% este año. La inflación de febrero casi seguro dará arriba de enero. Las dificultades con Lijo pueden terminar siendo una buena noticia. Milei necesita amigarse con los empresarios que hoy por hoy le dicen: "te daré mi cariño, pero no el corazón".
Semana ácida en temas políticos con las designaciones polémicas de jueces a la cabeza. En el discurso de apertura de sesiones Milei dio a entender que lo del Fondo Monetario está cerrado. Será una buena noticia luego de dos meses duros en el mercado. El PBI de diciemrbe mostró buenas vibras presagiando un crecimiento robusto en 2025. Las cuentras externas sin embargo generaron preocupación con boom de turismo.
El crypto gate parece estar diluyendose tanto en los mercados como en la política. Lo que falta saber es si esto modificará comportamientos. Buen superávit fiscal, superávit comercial menguante e inflación mayorista baja. El Banco Central autorizó más préstamos en dólares. Una medida que puede ayudar a reactivar y conseguir más reservas, pero tiene algunos problemas en cuanto a estabilidad financiera.
La inflación le dio una buena oportunidad al gobierno. Fue la más baja en 4 años y medio. El mercado confía y la mayoría de los colegas la ubican entre 20 y 25%. Un logro fenomenal. Pero al mismo tiempo el gobierno se mete en peleas estériles. La remató con el affaire libra que no dejó bien parado al equipo. Discutimos el tema cambiario con una visión salomónica.
El acuerdo con el FMI, la salida del cepo y las elecciones serán la clave para que la economía sigue mejorando. Con la óptica de hoy el gobierno tiene buena chance de salir bien parado en los 3 eventos. Pero los partidos hay que jugarlos. La actividad viene bien y la inflación seguirá bajando. Si Milei no se mete goles en contra en la política la cosa debería fluir.
Se viene un buen año con alto crecimiento, menos inflación. El riesgo país tiene camino para seguir bajando y la Argentina podría volver a tener acceso al mercado. La elección de octubre, la salida del cepo, el acuerdo (o no) con el FMI y la velocidad de la reactivación serán las claves. Hay que mirar el mundo porque hoy lo que ofrece no se parece a un hotel de lujo. Con superávit la Argentina no vuelca, pero el mundo nos puede generar escaramuzas. Hasta la próxima temporada.
Los datos de la semana fueron buenos en todo sentido. PBI, salarios, fiscal y sobre todo la baja de la pobreza. Eso hizo que muchos prejuiciosos reculen en chancletas. Lo malo: subió el dólar en un mundo que trae algo de viento de frente.