Alguien dijo hace poco “trabajar, trabajar y trabajar”. De seguro no se estaba refiriendo al teletrabajo o a su adecuación ocasional #COVID19, trabajar en casa. Por cuenta del COVID, el #teletrabajo cobró una importancia inusitada. Todos debíamos encerrarnos para protegernos, incluidos los trabajadores.
Este inesperado visitante terminó de tajo con unos cuatro millones de empleos en #Colombia y más de 200 millones en el mundo, según #OIT. Y podrían ser mas. Quienes conservaron su empleo, podían trabajar en casa. Pero no es tan sencillo como parece. O ¿sí? Al final, para el ciudadano de a pie, solo se trata de cambiar de lugar de trabajo. Pero el tema resulta más complejo de lo que parece. ¿Qué es lo que hace la diferencia?
¿Teletrabajar o trabajar en casa? He ahí el dilema. La respuesta es sencilla: El trabajo no es simplemente un lugar al que se va. Es una actividad que se hace en cualquier lugar y se evidencia a través de diversos mecanismos.
Desde el año 2008 se promulgó la #ley1221, que permitía que los trabajadores colombianos pudieran realizar el #trabajoencasa, haciendo uso de las #TICS -tecnologías de la información-. A eso se le llamó #teletrabajo. Transcurridos doce años, se vincularon a esta modalidad de trabajo sólo 122 mil personas. ¿Porqué tan pocos?
Los empleadores interpretaron que la ley era para favorecer la inclusión laboral de los sectores más vulnerables de la población: #personasensituacióndediscapacidad, #desplazadosporlaviolencia, #mujerescabezadehogar, #poblaciónreclusa y personas amenazadas, entre otros. Otros más, interpretaron que era un instrumento diseñado específicamente para empleados públicos o para personas que trabajan sentados al frente de un computador.
Mira el video en Youtube https://youtu.be/6adijQHZilc
Parte 2 Vivimos de la #Coima: ¿Eliminar o moderar la #corrupción? Sabemos que la #corrupción es una enfermedad que ataca a todos por igual, como la #gripa o el #covid19. También sabemos que no tiene cura, aunque hay países, que, sin tener la #vacuna, han sabido desarrollar políticas de prevención para contenerla. La pregunta es, ¿qué es lo que nos hace tan corruptos? La #iglesia ha dicho que es la ambición por el #dinero que se mete en nuestras conciencias. Los #conservadores dicen que es nuestra fragilidad #moral y la falta de #leyes para extirpar de raíz este tumor.
Los #liberales y algunos estudiosos dicen que la #corrupción la engendra la sacralización de lo #privado, que hace que el interés de poseer y acumular sea el centro de toda acción humana, y la apropiación egoísta de los #bienespúblicos. Paradójicamente la #corrupción ha penetrado la #iglesia, que dice formar en #valores, al #legislativo que debe generar las #leyes, al #ejecutivo, que debe gobernar con #transparencia y al #poderudicial, que debe sancionar y acabar con la #impunidad. Los propios organismos de Control han sido corroídos en sus entrañas. Por eso la desconfianza y falta de credibilidad de los ciudadanos en las instituciones públicas, y el menosprecio absoluto de los jóvenes por la #legalidad.
MOSTRAR MENOSHemos incorporado la #COIMA en nuestras vidas, de una manera tan natural como comer o evacuar. En todas partes tiene el mismo sentido: defraudar, pagar por el servicio, mordida, sobornar, corrupción. Tenemos la #corrupción tan metida en la piel, que ya no nos conmueven las cifras: #LosCorruptos se enbolsillan cada año unos 50 billones de pesos. La Procuraduría dice que este delito es como una #Pandemia que le quita al país el 5% del #ProductoInternoBruto, el 15% del #PresupuestoNacional, y afecta el 18% de la #ContrataciónPública. Parafraseando a #JuanGosain, fuimos incorporando con una normalidad pasmosa ese adagio popular de que “el vivo vive del bobo y el bobo de su madre”. Hemos acogido como sinónimo legitimo de #vivacidad, prácticas ladinas, taimadas, pícaras y corruptas, donde ser Bribón es ser un sagaz. Y “con esa misma lógica de rufianes, el "bobo" viene siendo el decente, el honesto, el que sabe que no puede meter su mano en lo que es ajeno”. #TrompoenlaUña
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El #TrompoenlaUña es definitivamente un #emprendimientonaranja para épocas de #pandemia. Es una estrategia para sobrevivir al tedio y al aburrimiento. Punto. Constatamos que tenemos todas las carencias para otro tipo de emprendimientos: No tenemos #tetas (sin que parezca demasiado sexista) no cantamos, no tocamos #batería, no sabemos hacer reguetón, ni ningún otro sonsonete o género postmoderno; el yoyo, apenas si logró bajar a lo largo del hilo, hasta mantenerse en #tierra. Tampoco logramos hacer bailar el trompo en la uña. Tomamos un atajo para hacer amigos, y Facebook nos dijo que eso era un flood (y nos sacaron tarjeta amarilla). No clasificamos como modelos, o sea, estamos destinados a perder la partida. Y para colmo, Tampoco sabemos hacer #empanadas. En fin…. Somos un desastre de emprendimiento. Luchamos contra la abulia a un encierro domiciliario eterno, Nos conmovemos con las altas autoridades de la #salud, Que, con lágrimas, decretaron que ya nada va a ser igual. Enfrentamos el dilema, mejor el trilema, De un #país que nos dijeron que era inviable, pero se enderezó, Dejando al descubierto que los inviables éramos nosotros. Enfrentamos la incertidumbre de más de 3.500 años luchando contra la #corrupción, mientras creemos que las #coimas, son lo nuestro. Dejar hacer, dejar pasar. Pensamos que es posible generar nuevos referentes éticos, Pero estamos marcados por un #pecado original que nos agobia y no nos deja levantar cabeza. Nos enfrentamos a un modelo de #desarrollo voraz, Que acumula #riqueza en un extremo y #pobreza en el otro, Que por más de cien años ha venido produciendo un inmenso fuego interior, Que destruye todo a su paso, llamado #calentamientoglobal; Hasta que algo, o alguien, tal vez un #virus, sacó bajo la manga un as, Que al final nos dio un poco de respiro a todos. Esas jugaditas si nos gustan. Tenemos critica y opinión para todo, al final es un #derechofundamental. Desgraciadamente no tenemos soluciones para nada. El #TrompoenlaUña es un emprendimiento creativo, crítico, como quien dice, un desparche, y si eso de la #economíanaranja funciona en épocas de pandemia, también servirá para pensar que algo hacemos bien, para que haya #Trabajodecente. AMEN.
Nosotros deberíamos ser una #sociedad perfecta. Pero no lo somos.
Algunos piensan que somos una lacra de #sociedad. Somos más los buenos que los malos, pero los “pocos” que tenemos hacen por todos. Somos una #sociedad que lo que ganamos, lo hacemos con el sudor de la frente, pero hay unos pocos que amasan riquezas con el #trabajo ajeno. Somos una #sociedad buena, #incorruptible, pero tenemos por ahí un gen atravesado que nos lleva casi a ciegas a coger #atajos, a despotricar del vecino y a pensar que la ley del talión lo resuelve todo. Somos una #sociedad con una idea sana de #justicia, #democracia y buen #gobierno, pero pensamos que nuestro imaginario de #sociedad lo conseguimos eligiendo #corruptos o personas inescrupulosas para quienes el concepto de valor solo está asociado a la acumulación de #riqueza. ¿Será que somos una #sociedad para quien el concepto de perfección está asociado a #maldad, #inequidad, #corrupción, injusticia, ,#autocracia y #estupidez? #Póngameabailaresetrompoenlauña #TrompoenlaUña