Los santos son aquellas personas que nos edifican y nos inspiran. Ceferino Namuncurá fue un joven que a los 18 años alcanzó la santidad y nos anima a que también nosotros vivamos siempre alegres y en presencia de Dios, siendo verdaderos amigos de Jesús al estilo salesiano, al estilo de Don Bosco.
Nadie puede decir: "A mí no me toca", sino "Yo voy". Todos debemos aportar de lo que tenemos y somos para ayudar en casa, a mantenerla limpia, agradable y en armonía con todos los miembros de la familia. En eso nos distinguimos los seguidores de Don Bosco
Ser agradecido demuestra que somos personas con un corazón grande, demostramos que sabemos dar gracias a Dios por la vida, las fuerzas, la inteligencia, el alimento y el cariño que el Señor nos da por medio de nuestros seres queridos. Démosle siempre gracias a Dios por todo lo que él nos regala cada día.
La Obediencia es uno de los valores más grandes que hay, nos ayuda a forjar nuestro carácter y aprender de los demás; a ser dóciles a ejemplo de Nuestro Señor Jesucristo. El que es obediente le va bien en la vida. Don Bosco lo enseñó y practicó como la mejor cualidad que puede tener un niño y joven.
Don Bosco siempre les daba a sus muchachos palabras cortas, para que se las aprendieran bien y pudieran ponerlas en práctica, a fin de que crecieran en valores y como buenos cristianos, hijos de Dios.
El juego o la recreación es parte fundamental en la niñez y adolescencia: nos alegra y hace felices. Además que liberamos muchas energías y ello nos proporciona buena salud. También, a través de la recreación podemos alabar al Señor.
El mes de junio en Panamá está dedicado a la Familia, por eso queremos hacer énfasis en este mensaje matutino, sobre la importancia que tiene para nuestra vida, el gran don que Dios nos ha dado, que es la Familia. Cuidemos nuestro hogar y las personas que Dios ha puesto a nuestro lado, para que crezcamos juntos y aprendamos a amar.
Durante un breve período de vacaciones, es necesario retomar con todas las energías la misión de estudiar. Por eso te animamos que a ejemplo de Don Bosco, construyas tu futuro con constancia y perseverancia.
A través del descanso también nos santificamos y glorificamos a Dios. Aprovechemos los días de vacaciones para ayudar en casa, valorar a los amigos y proponerse estudiar más en el siguiente ciclo.
En María tenemos una gran garantía para conseguir del Señor, todas aquellas gracias que necesitamos. Ella es nuestra Madre y nos ama con todo su corazón. Vayamos siempre a sus pies y pidámosles todo lo que queramos.
A ejemplo de la Virgen María, nosotros también podemos ser buenos discípulos del Señor, diciendo Sí a todo lo que Dios nos pida.
El ángelus es una hermosa oración que nos ayuda a reflexionar sobre cómo Dios vino a este mundo, haciéndose pequeño, para salvarnos. María fue instrumento de Dios para salvarnos de nuestros pecados.
La Virgen María siempre fue dócil a lo que Dios quería de ella. Aprendamos de ella a portarnos bien y escuchar a nuestros padres y maestros.
Jesús nos ha dejado la Iglesia, que somos la familia de todos los bautizados que seguimos a Cristo, para alcanzar la santidad.
Jesús nos ha dado a su Madre, la Virgen María, para cuidarnos, ya que somos sus hijos.
La Paz se construye con pequeños detalles. Si cultivamos la Paz, Dios reinará en nuestro corazón.
Reconciliarnos con quienes nos hemos disgustado es fácil, solamente necesitamos un buen corazón y buenos sentimientos. Lo demás se logra con pequeños gestos.
Para lograr una auténtica convivencia entre los amigos, compañeros y familiares, es necesario cultivar el valor del perdón.
A través de la empatía y la oración podemos acercarnos a todos los que sufren en su cuerpo o en su corazón: guerra, hambre, frío, tristeza, etc. Como buenos cristianos estamos llamados a poner siempre en nuestra oración a todos aquellos que nos necesitan.
Los últimos acontecimientos nos han hecho de reflexionar del horror de la guerra entre las naciones. Y nosotros podemos y debemos cultivar la Paz desde nuestra escuela.