
La Obediencia es uno de los valores más grandes que hay, nos ayuda a forjar nuestro carácter y aprender de los demás; a ser dóciles a ejemplo de Nuestro Señor Jesucristo. El que es obediente le va bien en la vida. Don Bosco lo enseñó y practicó como la mejor cualidad que puede tener un niño y joven.