Cuando experimentamos el amor de Dios en nosotros y también en el prójimo, amar y hacer lo que queramos se convierte en un verdadero desafío.
Mientras algunos piensan que llorar es signo de debilidad, para Jesús el llanto es la símbolo de una persona que necesita consolación.
Todo lo malo y desastroso que haya ocurrido en nuestra vidas, es cosa del pasado y no puede impedirnos cumplir lo que debemos hacer hoy y mañana.
¿Te diste cuenta que está brillando una estrella más de lo común? Los sabios del templo en tiempos de Herodes dijeron que NO ¿Qué dirías tu?
Todos queremos estar en su presencia. Sin embargo, olvidamos que también debemos pasar por los carbones para decir "Heme aquí, envíame a mi".
Jesús es experto en multiplicar alegría y gozo en los momentos difíciles de la vida. Invítale a que sea parte de la fiesta.
Nuestras actitudes de vida darán a conocer qué tipo de verdad vivimos ¿Se parece a la verdad de Jesús?
El tiempo puede hacernos olvidar los momentos bueno y malos, pero también, posiblemente, no lo aprovechamos para construir y curar.
LA vergüenza no nos permite ver que el resucitado está en la orilla esperándonos con comida en un gesto de amor y reconciliación.
El olor del enojo, de la ira y venganza siempre se percibe de lejos. Eso mismo olor tuvo Jonás cuando vio que Nínive era perdonada por Dios.
Al igual que los palacios de reyes, el corazón alberga rincones que no se limpian y son el lugar ideal para que se formen nidos de arañas. Saúl sufrió en carne propia lo que significa no matar la araña (Julio Cabrera).
¿Te imaginas ir corriendo desnudo? Así pasa cuando por alguna razón, huimos por no ser presos y enjuiciados junto a Jesús (y todo lo que él representa).
Cuando aquel que debería estar para darnos vida y sustento ya ha "muerto", Jesús está viendo (experimentando) nuestro dolor y listo para decirle ¡levántate!
La vida nos confronta con nuestra identidad en Cristo. Cuando la noche se hace más oscura, podríamos negarle o no antes que cante el gallo.
Los trajines de la vida nos hacen desviarnos de la intimidad de la casa del Padre. El campo nos hacen olvidar cuál es el pilar de esta familia: alegrarse y hacer fiesta cuando un hermano menor vuelve a casa.
Pudiéramos pensar que en la oscuridad de un abismo inundado por el caos y desorden, es imposible que se pueda crear algo bueno. Este podcast, puede que cambie tu opinión.
La prostitución no solo se ejerce con el cuerpo; podemos estar ejerciéndola sin querer en los burdeles de la vida, que nos llevan a olvidar la HESED (amor) eterno que Dios tiene por nosotros.
Siempre no resulta fácil prestar ayuda al "prójimo" más cercano. Sin embargo, el texto bíblico nos desafía a ir por aquellos que nunca iríamos; aquellos que nos odian.
Dejar un buen recuerdo en los que nos conocen, debe ser un acto inconsciente de la vida diaria. Preocúpate si alguien no te recuerda.