
El texto explora una amplia gama de conceptos esotéricos y científicos, contrastando el conocimiento antiguo con las perspectivas modernas. Se discute la evolución del pensamiento occidental, la crítica al materialismo y la teología dogmática, y la defensa de las intuiciones de Blavatsky sobre el futuro de la ciencia y la religión. El autor analiza fenómenos psíquicos como la clarividencia, el hipnotismo y las materializaciones, argumentando que los antiguos poseían un profundo entendimiento de la interconexión entre espíritu y materia, una comprensión que la ciencia moderna a menudo desestima. También se aborda la sabiduría de civilizaciones antiguas en astronomía, filosofía y medicina, sugiriendo que muchos "descubrimientos" modernos son en realidad redescubrimientos de conocimientos ya existentes. Finalmente, se destaca la importancia de la voluntad como una fuerza fundamental en la naturaleza y la vida humana, y la existencia de seres elementales y espirituales que influyen en el mundo visible.