
Muchos conflictos que vivimos vienen mediados por nuestra afectividad, grandes decisiones tomadas en nuestra vida no siempre son pensada y razonadas sino optadas desde nuestros afectos, y en ocasiones no son las mas acertadas, es necesario asumir nuestra afectividad, trabajarla y reconciliarnos con ella, para poder vivir nuestra constitución de manea mas ecuánime.