
El blog de Yo Mi Coach ha tenido un largo receso, pero hemos regresado y hoy quiero compartir a través de una historia, un aprendizaje de vida que considero muy importante.
Imaginemos tener un amigo de esos que son buenísimos, siempre dispuestos a darnos ánimos cuando lo necesitamos, a decirnos lo valiosos que somos y recordarnos que nadie nos puede doblegar, un amigo que nos aprecia y apreciamos, pero que si le damos mucha confianza, nos empieza a manipular, procura influenciar sobre nosotros y para ello exagera en adularnos; esta situación nos puede disgustar a tal punto que le digamos a nuestro amigo: ¡Ya basta! ¡No seas sobón! Pero también puede agradarnos, al extremo de creernos sus palabras y llegar a considerarnos realmente superiores. No está mal sentirnos orgullosos de nosotros mismos, de hecho eso nos genera seguridad, pero siempre es necesario "un cable a tierra" que nos aporte un poquito de humildad cuando sea necesario.
Web Yo Mi Coach: https://yo-mi-coach.mailchimpsites.com/