
Bárbara estaba estudiando abogacía y no imaginó que el casamiento de su mejor amiga, terminaría siendo el comienzo de una historia de amor, que la llevaría al sur de otro país. Instalada en la ciudad hace ya ocho años, confiesa que ama los paisajes rocosos, los cerros y la enorme variedad de playas. Reconoce que al inicio le costó acostumbrarse a que en esta ciudad todos se saludan con un beso, aunque recien se conozcan.