Creció en el barrio Las Cruces de Bogotá, hijo de una madre que lo sacó adelante sola después de haber visto morir a su papá en medio de la violencia. Desde niño entendió que la educación era la única forma de cambiar su destino: fue panadero, taxista y después médico en hospitales públicos, donde descubrió el valor de un Estado que sí podía transformar vidas. En esta conversación, Roy habla de su infancia marcada por la resiliencia, de cómo se convirtió en médico para sanar cuerpos y luego en político para intentar sanar un país herido. Reflexiona sobre el narcotráfico, la polarización, la crisis de la salud, la importancia de la educación pública y lo que significa gobernar desde el centro. También se abre sobre su nieta, la felicidad en las cosas simples y por qué cree que Colombia tiene más futuro que pasado. Este episodio es sobre propósito, memoria y la búsqueda de un país que deje de dividirse para empezar, de una vez por todas, a construir juntos.