
A quienes nos gustan las cosas dulces y nos divierte la cocina sabemos que toda preparación requiere de ciertos ingredientes muy bien cuantificados, utensilios adecuados y de un cocinero, pero además, de un molde donde vertir la preparación que se va a hornear. Sería muy llamativo si nuestro clásico molde de torta circular diera como resultado una torta cuadrada. Si hubiera dicho quemada, chata o aplastada es otra cosa quizás más esperable porque depende de las habilidades de quien tenga puesto el delantal de cocina, pero un cambio de forma tan radical no es para nada esperable. Déjenme hacer aquí un paralelismo, nuestro Dios nos recuerda muchas veces en su palabra que no nos amoldemos, que no somos de este mundo, que su reino está cerca y que las cosas en la tierra deberían funcionar como en el cielo. Lo hemos repetido mil veces en las oraciones que recitamos "Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra."
Pero entendemos qué significa? Qué implica esto para mí y mi forma de entender y ver lo que me rodea? Algo así como entendiendo el mundo con ojos extraterrestres.
Voy a ponerlo en palabras de María Elena Walsh, quién con sus melodías nos ha sabido entretener de bien pequeños:
Me dijeron que en el Reino del Revés
nada el pájaro y vuela el pez,
que los gatos no hacen miau y dicen “yes”,
porque estudian mucho inglés
vamos a ver como es,
el reino del revés.