
Sentencia de Excepciones Preliminares emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos el 26 de junio de 1987, en el caso de Fairén Garbi y Solís Corrales contra Honduras. La Corte examina las objeciones presentadas por el Gobierno de Honduras, que argumentaba que la demanda interpuesta por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos era inadmisible debido a supuestas irregularidades procesales, como la falta de una declaración formal de admisibilidad o la omisión del procedimiento de solución amistosa. La denuncia original ante la Comisión se refería a la desaparición forzada de dos ciudadanos costarricenses en 1981, y la Comisión alegaba que Honduras violó los derechos a la vida, integridad y libertad personal. Tras analizar la competencia y el cumplimiento de las normas procesales, la Corte desestima la mayoría de las excepciones preliminares de Honduras, decidiendo unir la objeción relativa al no agotamiento de los recursos de jurisdicción interna con la cuestión de fondo del caso.