
Hay una notable contradicción entre un Mazón que agota sus últimos momentos como Presidente de la Generalitat Valenciana tras una dimisión que ahora utiliza como parapeto, y un Mazón que ha estado más de 1 año tratando de escabullirse de toda responsabilidad tras su desaparición la aciaga tarde el 29 de octubre. Y todo ello en vísperas de la presentación de un candidato como Pérez Llorca, que es el cocinero mayor del pacto con Vox en el 2027, y que ahora ha de sumir su investidura como Presidente de la Generalitat aceptando un nuevo pacto con la formación de Abascal, que exige la negación de la emergencia climática y que está precisamente en la base de lo que explica el drama de la DANA.