Esta es la historia de “la pequeña señorita nadie” y la del “niño de la caja”. Dos casos que desgarraran el corazón.

En esta nueva crónica les contaré dos historias. Una sobre cómo el ADN en las uñas condujo a un arresto 41 años después del crimen cometido. La segunda crónica se centra en cómo una carta anónima desencadenó un arresto.

Lindy Sue Biechler tenía 19 años cuando fue asesinada en su propia casa. Pasó casi medio siglo sin que se resolviera el caso. Pero la tecnología de ADN dio un giro inesperado a la historia.

Brandenn Bremmer, un niño genio que comenzó a leer a los 18 meses, de graduó de la preparatoria a los 20 años y le gustaba componer música en sus tiempos de ocio. A sus 14 años tomó una decisión que absolutamente nadie se esperaba. Así fue como la familia Bremmer vivió uno de los momentos más duros.