
Todo lo que no es guiado por el Espíritu Santo está muerto.
Muchas iglesias hoy en día tienen bonitos servicios, coros, rutinas; una agenda muy llena de actividades; menos al Espíritu de Dios guiando sus reuniones.
Si el Espíritu Santo no guía nuestras vidas, de nada nos sirve llamarnos Cristianos; solo somos unos religiosos más.
Jesús ordenó que no se hiciera nada sin la guía del Espíritu pero hoy en día la iglesia lo hace todo sin Él.