
A menudo creemos que la estamos pasando mal, sin embargo, hay personas que lo están pasando peor que nosotros.
El caos es lo mejor que nos puede pasar porque este es el examen que determinará si estamos listos para recibir lo nuevo que Dios quiere entregarnos.
El Espíritu Santo es la persona encargada de guiarnos hacia el desierto para recibir el examen. Pero el enemigo es el examinador.
Si estamos listos o si somos hallados faltos dependerá de como aceptamos el proceso. El buen vino se produce cuando la uva no se amarga en el proceso.