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En medio de una cultura que promueve el desorden, la autosuficiencia y la confusión moral, Tito capítulo 2 nos recuerda lo que realmente debemos enseñar: una vida transformada por la gracia de Dios.
Este mensaje te invita a redescubrir el poder de la sana doctrina, no como teoría religiosa, sino como un llamado práctico para hombres, mujeres, jóvenes y trabajadores que quieren vivir con propósito, integridad y buen testimonio.
Una guía para alinear nuestra vida con el evangelio… y reflejar el Reino de Dios con convicción.
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En esta enseñanza, continuamos aprendiendo a vivir un evangelio real y contracultural. “No se amolden a este mundo” nos reta a reconocer cómo la cultura actual intenta moldear nuestros pensamientos, valores y decisiones, alejándonos del Reino de Dios. Un llamado urgente a renovar nuestra mente, a ser intencionales en nuestra fe y a cuidar el corazón de nuestras familias, caminando con discernimiento en medio de una generación cada vez más influenciada por el sistema del mundo.
En esta segunda parte de “Reino o Religión”, el mensaje profundiza en cómo dejar atrás estructuras vacías para abrazar el poder transformador del Reino de Dios. Una palabra clara y desafiante que nos impulsa a vivir con fe, amor y autoridad multiplicados, y a ser parte activa del gobierno de Cristo en lugar de quedarnos en la rutina de lo religioso.
En este mensaje desafiante, aprenderás por qué Jesús no vino a fundar una religión, sino a establecer un reino con poder, autoridad y gloria. Descubre cómo vivir bajo el gobierno de Cristo transforma cada área de tu vida y rompe con la religiosidad vacía. Un llamado a someter nuestros pensamientos, decisiones y acciones al Rey verdadero, para no quedarnos solo en rutinas espirituales, sino ser parte activa de su reino eterno.
La predicación del pastor Enrique Mosqueda gira en torno al poder, profundidad y práctica de la fe verdadera en la vida cristiana. Inspirado principalmente en Hebreos 11 y 2 Corintios 4, este mensaje destaca que la fe no solo se trata de recibir milagros, sino de perseverar creyendo incluso sin ver lo prometido cumplido.