Este no es solo un episodio sobre un viaje, es sobre un milagro.
Durante 9 domingos seguidos, fui a misa a las 5:00 a.m. con una petición en el corazón. Recé la novena al Divino Niño Jesús con fe, sin saber cómo, cuándo ni con qué.
Hoy te cuento cómo Él me sorprendió, cómo se abrió una puerta a Roma, y todo lo que he aprendido en este camino de fe.
Hablamos de devoción, confianza, obediencia y también de lo que planeo para este viaje tan espiritual.
Al final, te comparto una invitación para que tú también puedas planear el resto de tu año con intención (y con Dios de la mano).
✨ Él cumple. Él escucha. Él actúa.
Escúchalo, y si te nace, compártelo. Tal vez esta historia sea la respuesta que alguien más necesita.