
Un día, había tantos hombres alrededor de una laguna que parecían moscas en torno a una fruta podrida, los visitantes entonces los llamaron muiscas, pero otro día, el dios que reinaba en esta misma laguna se llenó de rabia y esparció piedras por donde pasaba. Hoy, solo sobreviven la laguna y las piedras porque los muiscas y el dios se quedaron en el pasado de este país de misterios.
En este episodio, llegamos a Cundinamarca, más específicamente a los municipios de Susa y Fúquene.