
Creció en una casa sin televisor, lo que la llevó a, muy temprano, meterse en la lectura. Iba a la biblioteca de su escuela y sacaba libros de aventuras. Con el tiempo, se dedicó a escribir y a investigar ese "estado de escritura" que, algunas veces, no es tan feliz. Autora de cinco libros de cuentos, Gabriela nos regaló un cuento que nació de un sueño.