
La historia del diluvio es una de las más populares, impresionan[1]tes y comunes entre culturas, pero nadie sabe la pesadilla que vivieron pueblos enteros sin comida, sin agua para beber, en ocasiones a la inclemencia del frio o de las terribles olas, incomunicados.
Tormentas eléctricas azotaron los mares.
Veinticinco navíos nórdicos anclaron en el norte de Europa; en el norte de América, cerca de Arizona, un barco de fina madera, con enormes serpientes talladas a los costados de la nave también tocaba la playa.