
El Guía Interno como imagen sintética En nuestro trabajo de configuración del Guía vemos que usamos nuestra memoria para encontrar referencias anteriores de los atributos que estamos buscando; las imágenes traducidas de nuestros sentidos para darle forma a estos atributos (presencia cenestésica, sonidos, imágenes visuales, etc.) y nuestra imaginación funciona. Todo esto se mezcla en una nueva forma. El Guía es una nueva síntesis de una multitud de registros que tenemos repartidos en nuestros ―archivos internos‖. Juntamos todo esto en una imagen que es tremendamente significativa y cuyo potencial aumenta a medida que nuestra relación con esta imagen se va profundizando a través de la comunicación repetida con ella.
Sabemos que las imágenes internas pueden configurarse como signos, símbolos o alegorías. Siguiendo lo que se dice en Psicología II, Apuntes de Psicología, sobre alegorías: “Las alegorías son aglutinaciones de contenidos diversos en una sola representación... son narraciones transformadas en las que se fija lo diverso... donde se concreta lo abstracto, etc.”, podemos decir que un Guía Interno bien configurado es una alegoría que la conciencia ha hecho concretando ciertos atributos específicos: bondad, sabiduría y fuerza.
El Guía Interno de uno es muy personal. Puede ser el dios de uno; puede tener un contexto religioso o sagrado, o no; puede ser una persona santa; alguien que uno conoce o ha conocido en la vida; puede ser una figura histórica; puede ser una presencia inspiradora, una fuerza inspiradora, una imagen inspiradora… puede ser muchas cosas, pero más que nada es personal y no corresponde a nadie juzgar el Guía Interno de otro.
Si bien cada uno configura un guía con el propio paisaje personal, hay elementos comunes a una imagen bien configurada: es una imagen que “tiene vida propia”, que tiene movimiento y movilidad, precisión y brillo, que tiene profundidad y que siempre aparece de la misma forma. El contacto con esta imagen produce un “encaje”, una conmoción positiva dentro de uno, tiene significado psíquico para mí. Obviamente no es importante si esta imagen es visual, una presencia o un sonido, etc. Lo que es importante es que la relación crezca con mi guía, que yo registre el impacto de estos atributos en mi desarrollo interno, que yo registre protección, orientación, sensibilidad hacia los demás y una coherencia creciente en mi expresión en el mundo.