
La mayoría de los empresarios trabajan demasiadas horas porque muchas veces acaparan funciones bajo la creencia que “nadie hace las cosas igual o mejor que él.” Esto genera que sacrifique su tiempo personal y familiar en aras de avanzar hacia las metas de la empresa cayendo en la paradoja de quererle dar una mejor calidad de vida a su familia, y a la vez jamás estar con ellos por estar demasiado ocupado en la empresa.