España enfrenta una crisis silenciosa pero implacable: su población envejece mientras la natalidad se desploma, y la economía comienza a sentir las consecuencias. Cada vez hay menos jóvenes, menos cotizantes y más plazas laborales sin cubrir.
Este desequilibrio genera una profunda inseguridad social. Las pensiones, la sanidad y el mercado laboral están bajo presión. Mientras tanto, miles de inmigrantes llegan al país en condiciones de vulnerabilidad, sin una estrategia clara que los integre adecuadamente en el sistema económico y social.
En este editorial, Martín Gallart plantea una propuesta clara y urgente: ordenar los flujos migratorios para convertir la inmigración en una herramienta de sostenibilidad económica. Un análisis directo y valiente sobre uno de los desafíos estructurales más importantes para el futuro de España.