Soy una persona que fácilmente cae en melancolías y tristezas desde muy joven y tenía un libro de recetas para no dejarme sabotear por estos bajones. Pero hace poco viví un episodio depresivo muy fuerte que sobrepasó a todos mis esfuerzos y ganas de luchar contra ella. Al leer la carta #8 de Cartas a un Joven Poeta de Rainer Maria Rilke sobre la tristeza, se inspiró en mí una epifanía enorme sobre esta emoción que a veces vemos como el villano que viene a acabar con nosotros, pero que si aprendemos a cambiar nuestra perspectiva sobre ella, puede llegar a ser un enorme regalo catalizador de la transformación.