
Hoy vamos a hablar de masculinidad. Pero no de esa masculinidad que se grita desde púlpitos que enseñan al hombre a dominar, callar, o endurecerse.Hoy queremos hablar del hombre que, con todo su poder, eligió la compasión.Del hombre que, teniendo toda autoridad, se puso a los pies de otros.Hoy hablamos de Jesús, como modelo de masculinidad.¿Cómo trató Jesús a las mujeres? ¿Cómo se acercó a los niños, a los vulnerables, a los “intocables”? ¿Cómo vivió la amistad con otros hombres, sin caer en la competencia o el orgullo? ¿Qué nos enseñó sobre la fuerza… que se expresa en la ternura? ¿Sobre el liderazgo… que se ejerce sirviendo?Jesús lloró, abrazó, sanó, enseñó… y también confrontó, resistió y cargó una cruz. No porque fuera débil, sino porque era verdaderamente hombre. Pero no según los estándares patriarcales del mundo… sino según los del Reino.Hoy queremos explorar con ustedes qué significa ser hombre a la manera de Cristo. Y sí, quizá eso nos cuestione a todos —hombres y mujeres— más de lo que creemos.