
Hoy en Summa Herética vamos a hablar de un tema que ha marcado profundamente la forma en que muchas personas cristianas entienden su cuerpo, su valor y su espiritualidad: la cultura de la pureza.Este movimiento, muy popular en las iglesias evangélicas desde los años noventa, enseñaba que la pureza sexual —especialmente la virginidad antes del matrimonio— era una señal de santidad y obediencia a Dios. En algunos lugares incluso se entregaban anillos de pureza, se hacían promesas de abstinencia y se repetía una idea peligrosa: tu valor depende de tu pureza.Pero con el paso del tiempo, muchas personas comenzaron a hablar del daño que esa enseñanza dejó: culpa, vergüenza, miedo al cuerpo, y una visión distorsionada de Dios y de la sexualidad humana. Una cultura que decía proteger, pero que en muchos casos terminó oprimiendo.Hoy queremos preguntarnos: ¿cómo se formó esta “cultura de la pureza”? ¿Por qué la iglesia puso tanto peso en el control del cuerpo, sobre todo del cuerpo femenino? ¿Qué heridas ha dejado en la espiritualidad de tantas personas? ¿Y cómo podríamos reconstruir una visión de la sexualidad más sana, más libre y más parecida al mensaje de Jesús?Para hablar de todo esto, nos acompañan Madeli y Edjenn Santos, dos voces que conocen el tema de cerca y que nos ayudarán a repensar la fe, el cuerpo y la libertad desde una mirada más compasiva y humana.