
Creo que heredé de mi papá la fascinación por la muerte y he desarrollado una relación abierta y sin tapujos con ella.
Muchas veces me pesco pensando ¿cómo será, qué se sentirá y para dónde iré(mos)? Por razones personales hace unos años decidió dejar por escrito bajo qué circunstancias quisiera morir dignamente, y desde entonces no he dejado de pensar en el final de la vida.
En el proceso me hablaba mucho del Dr. Santoyo, quien lo ha acompañado en la preparación de este documento, y varias veces me dijo "sería interesante que conversaras con él".
Cuando SOMOS nació supe que quería escuchar a este "personaje" del cual mi papá me había hablado tanto.
Conversar con alguien que ha acompañado a cientos de personas a morir dignamente, me recordó que pensar en la muerte, incluso prepararnos para ella, es una forma de honrar la vida.