
En los últimos 50 años la ciencia ha avanzado a pasos agigantados. Lo que una vez nos tomó 10 años, ahora lo hicimos en cuestión de días. Sin embargo, las malas prácticas políticas y los crecientes nacionalismos han ocasionado que este desarrollo no pueda llegar a la mayoría de países del mundo, afectándolos directamente en el proceso de producción, distribución y administración de vacunas contra el SARS-COV-2.