
En República Dominicana todo lo que hacen los gobiernos obtiene un coro de aplausos inmediatamente.
Desde Trujillo para acá se ha creado un círculo de lambones que se dedica a alabar cualquier cosa que se haga. No hay que ser mezquino y restar méritos a las acciones de la administración pública pero tanta belleza es imposible.
Ahora ocurre que además de las cosas buenas que aplauden al gobierno se suma las que atribuyen a los posibles candidatos presidenciales de cualquier partido.
Es el Síndrome de “Funda” el reformista que andaba con una corte de vocingleros en los actos del gobierno de Balague y cuyo trabajo era gritar ese si es bueno cuando hablaba un funcionario cualquiera.
En una ocasión la gente de funda gritó “ese si es malo” y me ocupé de preguntar la razón que fue explicada rápidamente, ese no suelta manteca.
Ahora al lambonismo tradicional se ha sumado la cultura del opinionismo sin fundamento. Una cosa es buena o mala porque lo dice fulano o zutana.
Hoy, cuando se anuncia la ampliación de los servicios de la linea 1 del Metro de Santo Domingo están los aplausos, más que merecidos sin decir que eso se hace con el dinero de nuestros impuestos y por otro lado gente opinando de andenes y conexiones cual si fueran expertos en locomoción subterranea.
El lambonismo de oficio afecta la democracia. Quienes ahora están en la oposición y se beneficiaron del sistema ahora necesitan lambones propios pero eso no es fácil fuera del poder.
Cuando el pasado no fue bueno decir que en la próxima será mejor resulta cuesta arriba hasta para los más bergantes.
Pasado mañana escucharemos la sentencia de Alexis Médina en el caso pulpo, sea cual sea el veredicto de las juezas será una evaluación de la gestión de DAnilo Medina y el PLD. Los lambones a cargo deberán leer bien ex texto porque es la matriz de la próxima campaña electoral.