
Susana nunca tuvo una mala relación con su mamá. Pero algo dentro de ella se sentía siempre insuficiente. Durante años creyó que era cosa suya. Hasta que un día entendió que, sin saberlo, estaba intentando ser como su mamá. O complacerla. O alcanzarla.En este episodio hablamos de lo que no siempre se dice: cómo muchas veces la forma en la que comemos está atravesada por la forma en la que fuimos miradas, criadas, valoradas.Sanar la relación con la comida también es sanar la historia. La voz interna. Las expectativas. La mirada materna.