
Armindo Vera Ferrer, abogado, empresario y víctima del esquema usurario de Ramón González Daher, relata en esta edición de #SinFiltro, que el exdirigente deportivo -condenado por usura y lavado de dinero- sigue operando impunemente desde su lugar de reclusión.
En esta entrevista, el abogado revela que hace unas semanas se realizó un cateo sorpresa a la celda de González Daher y su hijo, Fernando González Karjallo, se encontraron diez celulares desde los cuales seguían llamando a exigir pagos de préstamos usurarios. Lamenta, además, que los aparatos no sean entregados al Ministerio Público para el análisis de su contenido.
González Daher se dedicaba a prestar dinero con intereses que superaban ampliamente los límites legales establecidos por el Banco Central del Paraguay, aprovechándose de la necesidad de sus víctimas. Como garantía, exigía la entrega de cheques con vencimiento a corto plazo por el monto total del capital más los intereses usurarios. Cuando las víctimas no podían pagar en el plazo estipulado, González Daher utilizaba estos cheques para iniciar denuncias penales por estafa, ejerciendo presión y extorsión para obtener pagos aún mayores.
Si bien no existe una cifra exacta y definitiva, las investigaciones del Ministerio Público señalan que Ramón González Daher presentó 227 denuncias en carácter de víctima contra diversas personas, muchas de ellas relacionadas con el cobro de cheques que garantizaban sus préstamos usurarios. Se habla de al menos 155 víctimas identificadas en el marco de las investigaciones.
La cantidad exacta de dinero movilizado por el clan González Daher a través de sus actividades ilícitas es difícil de precisar. Sin embargo, el comiso de bienes por valor de 47 millones de dólares da una idea de la magnitud de las ganancias obtenidas. Una víctima individual reclama una indemnización de casi 52 millones de dólares, lo que sugiere un volumen significativo de dinero involucrado en el esquema de usura. Documentos judiciales mencionan montos adeudados por víctimas que ascienden a miles de millones de guaraníes, tanto en capital como en intereses usurarios.