
La paridad es un mecanismo efectivo para lograr que las mujeres ocupen cargos políticos. Sin embargo, no garantiza las condiciones que permiten que las mujeres tengan el poder de hecho: la formación política, el acompañamiento necesario dentro y fuera de los partidos, el reconocimiento de sus pares y la democratización de las responsabilidades de cuidados, por mencionar algunas. Expertas y mujeres políticas explican los prejuicios de género que existen todavía en la política institucional y que mantienen el statu quo patriarcal.